Gipuzkoa quiere reforzar la atención a las personas más vulnerables y ofrecer una respuesta a la creciente demanda de los servicios sociales en el territorio. Con ese objetivo, el Departamento de Cuidados y Políticas Sociales destinará 250,9 millones de euros a crear 1.553 nuevas plazas en sus diferentes recursos en los próximos seis años. La mitad, 757, se abrirán en las residencias de mayores, seguidas de las 235 de los centros de día también para mayores y las 100 de las residencias para personas con discapacidad. Además, se crearán otras 90 plazas en los centros de día para este colectivo, 85 en residencias de inclusión social y 68 en recursos residenciales para personas con problemas de salud mental. Así, Gipuzkoa vuelve a centrarse en ayudar y atender a los mayores, las personas con discapacidad, menores, víctimas de violencia machista y todos aquellos que están en riesgo de exclusión, según anunció este miércoles la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, en un acto en Tabakalera, donde presentó la Agenda de Cuidados y Políticas Sociales 20 >30 del territorio, así como el Mapa de Servicios Sociales de Gipuzkoa 2024-2030. La cita estuvo inaugurada por la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, que insistió en que «esta hoja de ruta tiene como objetivo acelerar la transformación hacia un modelo de cuidados más personalizado, innovador y conectado con la comunidad».

Gipuzkoa tiene la vista puesta en ofrecer recursos a todas aquellas personas que lo necesiten, sobre todo en un momento de crisis demográfica como el que vive el territorio, cada vez más envejecido. Del total de la partida de 250,9 millones de euros, 82,2 se destinarán a la dependencia, 62,1 a inversiones, 45,3 a discapacidad, 33,5 a exclusión social y víctimas de violencia machista y 27,2 a menores, y se calcula que «esta inversión» traerá más de 6.000 nuevos empleos. Esto es, miles de personas que en estos momentos están sin trabajo tendrán un empleo relacionado con el sector social cuando se creen y entren en funcionamiento estas nuevas plazas. Muchas de ellas se situarán en las residencias que en estos momentos están en construcción en el territorio, como son Adinberri en Pasaia estará operativa en 2027, Arbes en Irun se espera que las obras terminen en 2026 y Errezabal en Elgoibar, entre otras. La apertura de nuevos estos centros promoverá la creación de las nuevas plazas que prevé la Diputación, pero no será la única forma de alcanzar este reto. La colaboración con ayuntamientos y entidades sociales permitirá desarrollar nuevas instalaciones y la concertación de plazas adicionales en centros ya existentes. A fin de cuentas, «los objetivos fundamentales» del Mapa de Servicios Sociales 2024-2030 son «adecuar la oferta de servicios y prestaciones a la evolución de las necesidades, mejorar la calidad de vida de las personas atendidas, optimizar la organización de la red pública y posibilitar un seguimiento, evaluación y control de los objetivos y medidas planeadas».

En este contexto, la Agenda coge como referencia una Gipuzkoa que se enfrenta a retos significativos como «el envejecimiento, la integración de los migrantes, la reconfiguración del mercado laboral de los cuidados… Todo esto en un contexto cultural de constante cambio, caracterizado por el auge del individualismo, el aumento de los problemas de salud mental, las soledades no deseadas y la transformación del modelo familiar». Así, el plan presentado incluye seis objetivos clave y cuarenta acciones específicas, todas ellas orientadas a «garantizar el bienestar integral de la ciudadanía» y a promover «un estilo de vida saludable a través de acciones de sensibilización, prevención y personalización de los cuidados».

El primer objetivo, explicó la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, se centra en fomentar la anticipación y la prevención, utilizando herramientas como observatorios sociales y campañas de sensibilización que promuevan el autocuidado. El segundo impulsa la innovación y personalización de los servicios, promoviendo la digitalización y fomentando tanto la innovación social como institucional. El tercero se dirige a fortalecer la gobernanza y la participación, mejorando la coordinación entre instituciones y facilitando la implicación activa de las personas usuarias, sus familias y los profesionales. El cuarto aborda la monitorización y evaluación del modelo, asegurando su sostenibilidad y calidad a través del análisis constante de su impacto. El quinto busca desarrollar redes de cooperación, aprendizaje y transferencia, subrayando la importancia de una comunicación eficaz para compartir avances, y el sexto prioriza la evaluación del impacto y la sostenibilidad económica e institucional.

Récord de usuarios
El año pasado los servicios sociales de Gipuzkoa batieron récords y atendieron a más de 30.000 personas, el mayor número de usuarios de la historia. La crisis demográfica y el cambio sociocultural que tiene un impacto directo en los cuidados, han desembocado en un aumento de los usuarios de los diferentes servicios sociales que tiene en funcionamiento la Diputación de Gipuzkoa.

El reto continúa y la Agenda de Cuidados y Políticas Sociales 20 >30 y el plan estratégico, que están «estrechamente conectados y alineados», pretenden dar respuesta a esta demanda. «Ambos se coordinan mediante un modelo transversal que facilita la colaboración entre diferentes departamentos de la Diputación, el Gobierno Vasco, los ayuntamientos, el tercer sector, las empresas, las universidades y las personas usuarias, junto a sus familias y los profesionales», dijo Peña. Este sistema «busca maximizar los recursos públicos, privados y sociales, creando sinergias que potencien el bienestar integral de quienes residen en Gipuzkoa».