El plan asesora a mediadores para que actúen ante problemas creados por ‘skins’ y otras bandas Expertos en justicia juvenil asesoran a los Ayuntamientos para que sepan cómo actuar ante el creciente fenómeno de la violencia entre los jóvenes. La Administración catalana ha decidido intervenir para poner coto a los conflictos de convivencia que generan los adolescentes y jóvenes violentos en 15 municipios de la Cataluña central y del área metropolitana de Barcelona.

Es un plan piloto, pero se extenderá la experiencia por Cataluña porque se considera el eslabón esencial para reducir los índices de violencia callejera y los problemas de convivencia.

La Direcció General de Justícia Juvenil, dependiente del Departament de Justícia, ha puesto en marcha este programa, pionero en España, para dotar a los municipios de recursos con los que abordar el fenómeno de la violencia juvenil desde el momento más incipiente, cuando las conductas detectadas aún no son constitutivas de infracción o delito.

Justícia es consciente de que la intervención sobre adolescentes problemáticos no le compete, si no son graves las conductas, pero atendiendo a la especial problemática que generan en el entorno, su mediación puede reforzar las políticas preventivas que ya existen y que se han demostrado insuficientes.

El responsable de Serveis Penitenciaris, Rehabilitació i Justícia Juvenil, Albert Batlle, señala que éste tipo de iniciativas se entronca con otras como las que ya ha iniciado el Ayuntamiento de Barcelona con la integración de los Latin Kings como asociación cultural.

Cuenta Batlle que la Direcció General de Justícia Juvenil colabora con los servicios sociales de los ayuntamientos en programas de formación de mediadores ante el conflicto que puedan producir los jóvenes en la comunidad, y la experiencia «ha funcionado» y se han «apaciguado los problemas».

Para Batlle, en los últimos años «se ha producido un aumento de la intervención penal en el ámbito juvenil» y recuerda que el modelo de intervención catalán con los infractores está orientado hacia el tratamiento en libertad.

De hecho, el responsable de Justícia explica que los programas de asesoramiento se aplican en un 95% de los casos que llegan a Justícia Juvenil. «Sólo un 10% de los infractores están internados.Hay más de 2.000 jóvenes que están sometidos a estas medidas, y sólo 150 permanecen en centros de internamiento.

En este sentido, Batlle argumenta que Justícia Juvenil está «en una posición buena, entre la seguridad y la intervención social», para dar orientación.

Albert Batlle refiere algún ejemplo de intervención realizada, como la que se ha llevado a cabo en un pueblo pequeño donde una banda de skins molestaba a los vecinos musulmanes de la población llegando a incendiar la carnicería que regentan.

«Los servicios sociales no saben qué hacer: los Mossos d’Esquadra los detienen pero el juez señala que sí, que crean mucha alarma social, pero sus conductas no les pueden llevar a la cárcel».