Madrid
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, viajará el martes y el miércoles de la semana próxima a Helsinki y Bruselas para demandar a la Unión Europea (UE) un mayor compromiso y más recursos en el control de inmigración ilegal, informó hoy el Ministerio de la Presidencia.
La vicepresidenta ya anunció ayer, tras la reunión del Consejo de Ministros, su intención de visitar Finlandia (país que ostenta la Presidencia de turno de la UE) y Bruselas, para solicitar colaboración ante las avalanchas de inmigrantes ilegales que llegan a las costas españolas, especialmente a las Islas Canarias.

Fernández de la Vega se reunirá el martes en Helsinki con la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, a las 15.30 horas, y con el primer ministro de este país, Matti Vanhanen, en torno a las 16.15.

Ya el miércoles, mantendrá en Bruselas un desayuno de trabajo con la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero – Waldner, y se entrevistará con el vicepresidente y comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Fratini (a las 10.30 horas), y con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso (alrededor de las 15.30).

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros de ayer, la vicepresidenta explicó que estas visitas responden a la labor continuada del Gobierno para que “todos los países de la UE se impliquen más en la búsqueda de soluciones a los movimientos migratorios irregulares”.

“Es un tema común: quienes llegan a nuestras costas llegan también al continente europeo”, dijo.

Recordó que en el último año “hemos avanzado” a nivel comunitario con la creación de fondos especiales y la ampliación de los ya existentes para abordar el problema de la inmigración desde una perspectiva humanitaria y de cooperación al desarrollo, o con la creación de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), aunque “sin duda, al Gobierno le gustaría que el avance fuese más rápido”.

Fernández de la Vega ya viajó el pasado mes de mayo a Bruselas, donde España contribuyó a impulsar una serie de medidas comunitarias dirigidas a reforzar el control y la vigilancia de fronteras.