El Tren de Aragua, la banda criminal que pone en jaque a Estados Unidos

La irrupción de esta organización procedente de Venezuela enciende las alarmas en Nueva York y Texas, que ofrece recompensas millonarias por las cabezas de la cúpula

Diario Vasco, Daniel de Lucas, 21-11-2024

El Tren de Aragua es la estructura criminal más grande y poderosa de Venezuela, de acuerdo a los informes de la organización Insight Crime y el Gobierno de Estados Unidos. Una banda transnacional vinculada a extorsiones y homicidios que se centra en la trata de personas, la explotación sexual y el tráfico de drogas. Ha logrado extender sus garras hasta Colombia, Perú y Chile, y ahora tiene en alerta a las autoridades estadounidenses por su implantación en Nueva York y Texas.

Este territorio fronterizo, situado al sur del país, ha llegado a ofrecer 5.000 dólares a quien identifique a integrantes de este clan. Su actual gobernador, Greg Abbot, ha declarado al Tren de Aragua como organización terrorista extranjera. «Texas no permitirá que estos matones utilicen nuestro Estado como base de operaciones para aterrorizar a nuestros ciudadanos», anunció. No es la única recompensa lanzada para tratar de frenar al Tren de Aragua. En julio, el Departamento de Estado norteamericano admitió que la actividad de la organización se había extendido por el país y, en colaboración con el Gobierno de Colombia, puso precio a la cabeza de tres de sus jefes: 12 millones de dólares a cambio de información que permita capturar a los capos.

Por una pista que lleve a las autoridades hasta el líder del Tren de Aragua, Héctor Rusthenford Guerrero, alias ‘niño Guerrero’, ofrecen 5 millones de dólares; por Yohan José Romero, ‘Johan Petrica’, que se encontraría en Venezuela, 4 millones y por Giovanny San Vicente otros 3. El primero y el último estarían actualmente en Colombia. La presencia de otros compañeros de filas en EE UU fue precisamente una de las bazas que Donald Trump utilizó durante la reciente campaña electoral. El presidente electo culpó a la gestión fronteriza de Joe Biden por permitir la entrada de delincuentes en el país. Un funcionario anónimo del Departamento de Seguridad Nacional aseguró al diario ‘The New York Times’ que se han realizado más de 50 detenciones relacionadas con la banda.

Móviles y cocaína rosa
Nueva York es otro Estado que tiene en el punto de mira al Tren de Aragua. La Policía de la ciudad asegura que la banda se ha centrado en el robo de móviles y otros hurtos de mercancía de valor en grandes almacenes, además de traficar con el ‘tusi’ o cocaína rosa, una droga sintética en polvo. Los detectives neoyorquinos han centrado sus esfuerzos en elaborar un perfil de las operaciones del grupo. En sus investigaciones han descubierto las tácticas de reclutamiento en los centros de acogida de migrantes o sus comunicaciones secretas a través de grupos de WhatsApp a los que solo se puede acceder con invitación.

La Policía de Perú, donde también se ha implantado el Tren de Aragua, traslada a algunos de los líderes de la banda.
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La Policía de Perú, donde también se ha implantado el Tren de Aragua, traslada a algunos de los líderes de la banda. AFP
«Son malos y no representan a la comunidad de inmigrantes y solicitantes de asilo. Se trata de un pequeño número de personas que son violentas, y vamos a identificarlas y utilizar nuestras prácticas como lo hacemos con cualquier pandilla de la ciudad», aseveró en julio el alcalde de Nueva York, Eric Adams. En la comparecencia añadió que la Policía había obtenido «información preocupante» sobre la banda, que se ha mezclado con rapidez con el tejido urbano. Hasta el extremo de que transportan por las calles de la ciudad armas de fuego dentro de paquetes de comida.

El tamaño y la sofisticación del Tren de Aragua en EE UU siguen sin estar claros, pero funcionarios muestran su inquietud por que sus miembros estén intentando unir fuerzas entre diversos puntos del país con el objetivo de ejecutar operaciones a mayor escala.

5
millones

de dólares ha ofrecido el Departamento de Estado de EE UU en colaboración con el Gobierno de Colombia por la cabeza del jefe del Tren de Aragua, Héctor Rusthenford Guerrero, alias ‘niño Guerrero’.

Esta organización, nacida en la cárcel de Torocón, en el Estado venezolano de Aragua, preocupa a las fuerzas de seguridad norteamericanas por la naturaleza violenta de sus actividades y la capacidad para infiltrarse en múltiples comunidades. Su implantación es fruto de una conjunción de factores. En la ola migratoria de ciudadanos procedentes del país caribeño hacia Estados Unidos por la crisis política y económica que arrastra su nación han llegado también varios miembros del clan. Se trata de una oportunidad para expandir sus operaciones.

Alianzas con otros clanes
La población venezolana que deja atrás su país con destino a EE UU también sirve a la organización como caladero para captar nuevos miembros. Algunos se encuentran en situación de vulnerabilidad frente a la explotación y el reclutamiento que ejercen estas mafias. Otro aspecto que ha exprimido el Tren de Aragua son las redes criminales preexistentes en territorio estadounidense, especialmente las dedicadas al tráfico de personas y drogas. La banda ha conseguido infiltrarse en sus estructuras, estableciendo alianzas estratégicas que facilitan su expansión.

Estados Unidos es un territorio que ofrece grandes oportunidades económicas ilícitas para los grupos criminales, con delitos como la extorsión que reportan suculentos beneficios a estas organizaciones. Los controles en las fronteras norteamericanas, además, se han relajado en los últimos años, lo que han aprovechado estos grupos para entrar y establecerse en el país.

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