Entre la ciudadanía de Irun hay representadas un centenar de nacionalidades diferentes. Quienes han nacido en la ciudad y quienes llegaron desde otros países conviven, a veces, «en mundos paralelos» que no terminan de confluir. Sin embargo, reunidos en el formato de encuentro por excelencia, en torno a una mesa, unos y otros pueden descubrir que «las aspiraciones que tenemos son las mismas, aunque las realidades que nos toquen vivir sean diferentes», explica Yon Aranguren, de SOS Racismo.

La premisa del proyecto Bizilagunak es esa: demostrar que es más lo que une que lo que separa, derribar estereotipos o falsas creencias y, en definitiva, «abrir puertas», añade Marling Castillo, también integrante de SOS Racismo. Las personas de origen extranjero cargan con «una serie de estigmas» sólo por su condición de migrantes, tras los que, en muchos casos, se encuentra simplemente el miedo a lo desconocido. Compartir mesa, comida y conversación, y en definitiva, conocerse unos a otros, es la vía que propone Bizilagunak. Este domingo, 24 de noviembre, por toda Euskadi se celebrarán decenas de comidas que unirán a familias autóctonas y migrantes: el año pasado fueron más de medio centenar los encuentros que acogió el proyecto.

En el caso de Irun, ya hay cerca de veinte comensales apuntados a la iniciativa, pero aún queda sitio para quien quiera apuntarse. Las personas interesadas pueden hacerlo llamando al teléfono 644 888 240. Si bien, de forma general, la iniciativa se presenta como una comida entre familias, desde SOS Racismo señalan que «vale todo»: cuadrillas de amigos, compañeros de trabajo o personas solas son bienvenidas «y buscaremos cómo encajarles en alguna de las comidas», asegura Yon Aranguren.

Las personas interesadas en participar tienen de plazo hasta este viernes para apuntarse
Los encuentros suelen celebrarse en el domicilio de alguno de los participantes: «se intenta que sean en casas, porque el vínculo que se crea es más íntimo», añade Nerea Ramos, de SOS Racismo. Un acompañante, «que normalmente suelen ser estudiantes universitarios», se une a los comensales para dinamizar la conversación y contribuye a que la experiencia «sea agradable para todos».

‘Mil sabores, mil historias’
‘Mil sabores, mil historias’ es el lema elegido para esta edición de Bizilagunak: la gastronomía es uno de los elementos representativos de la cultura de cada territorio, y «cada familia puede llevar los platos que les gusten y compartirlos», animan desde SOS Racismo.

El Ayuntamiento ha mostrado su apoyo a esta iniciativa que fomenta «la interrelación entre las familias», al tiempo que «derriba muros y estereotipos», apunta la delegada de Bienestar social, Sandra Caballero. «Irun es y siempre ha sido una ciudad diversa. Este tipo de actividades son importantes para conocer a nuestros vecinos y vecinas y, así, crear una convicencia y conocimiento mutuo». La delegada animó a las familias irundarras a participar en esta nueva edición de Bizilagunak.