Empezar a miles de kilómetros del país de origen desde la nada más absoluta, en una ciudad sin una red de apoyo y, en la que quizás, no se entienda el idioma. A muchos vascos les resonará esta situación porque han escuchado historias de antepasados que emigraron a Australia o a Argentina. Las tornas han cambiado y los relatos parecen lejanos, porque ahora la nación receptora es Euskadi, pero la memoria pesa lo suficiente como para saber lo importante que es acoger a las personas migrantes con cercanía. El primer Harreragune de Euskadi abrirá el lunes sus puertas con esa misión. Y lo hará en la calle Colón de Larreategui, en Bilbao, donde un 17,3% de la población tiene origen extranjero.

“Será la piedra angular de orientación y acompañamiento a través de la red de recursos y agente para aquellas personas que lleguen a la villa”, ha destacado Nerea Melgosa, consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, durante la visita a las instalaciones en las que trabajarán ocho personas para atender las necesidades de aquellos que lleguen a las oficinas. “Consiste en entrevistas presenciales, un espacio de confianza y privacidad, donde se pretende conocer en detalle las necesidades de cada persona”, ha avanzado Melgosa sobre el servicio en el que se ofrecerá una respuesta personalizada con información relativa al empadronamiento, a los trámites de extranjería, a la tarjeta sanitaria, a la escolarización de menores o al aprendizaje de lenguas oficiales, entre otras.

Se trata de un proyecto piloto que será evaluado a fin de ser replicado en otros municipios en el plazo de dos años. Además del resto de capitales vascas, aquellas localidades de más de 20.000 habitantes podrían ser susceptibles de acoger este servicio creado por el Gobierno vasco y gestionado por Zehar-Errefuxiatuekin que, en el caso de Bilbao, va de la mano del Ayuntamiento. “Harreragune es una oportunidad para Bilbao, una herramienta fundamental para nuestro éxito como sociedad, para generar cohesión social y pertenencia a nuestro proyecto de ciudad”, ha apuntado, en ese sentido, el alcalde Juan Mari Aburto, quien ha resaltado que “las personas migrantes son agentes activos de cambio, capaces de generar un impacto transformador en los ámbitos público, social y privado”.

Según el primer edil, más de 60.000 personas proceden de la comunidad internacional. “Un 60,4% de las personas de origen extranjero empadronadas en Bilbao es de origen latinoamericano”, ha detallado el alcalde, quien también ha citado un volumen importante de ciudadanos de origen marroquí, chino, rumano o senegalés. El primer edil ha recordado, además, que los flujos migratorios se han recuperado desde 2022, tras el covid, creciendo en 8.974 personas. Asimismo, en palabras del alcalde, el proceso de nacionalización de las personas inmigrantes es “paulatino y constante”, ya que de cada tres personas que han migrado una se ha nacionalizado.

MODELO PILOTO
Para poder ayudar en ese proceso, el nuevo servicio, que se enmarca dentro del modelo piloto del Servicio Vasco de Acogida para Personas Migrantes, colabora estrechamente con una amplia red de entidades sociales que llevan años desarrollando programas de acogida y convivencia intercultural y que pretende ahora acompañar a las personas migrantes que se establecen en Bilbao en su proceso de adaptación. Así, en el Harreragune de Bilbao, cuya céntrica ubicación no se ha dejado al azar, se les ofrecerá servicios de asesoría jurídica en extranjería, orientación formativo-laboral, homologación y convalidación de estudios, acompañamiento psico-social, apoyo a la reagrupación familiar además de participación social y familiar.

Todo ello es necesario, tanto para Melgosa como para Aburto, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos a nivel mundial. “Son tiempos difíciles, de polarización y extremismo racista y nativista que, lamentablemente, cada vez gana más espacio en el discurso y en la política pública. Una corriente que intenta frenar cualquier avance poniendo a las inmigraciones y la diversidad cultural en el centro de su destructiva estrategia”, ha apuntado el alcalde. La consejera se ha referido a la importancia de ofrecer un espacio de referencia a aquellas “personas que vienen de fuera dispuestas a sumar y no a restar”. En ese sentido, ha recalcado que “es importante decirlo más que nada en una vorágine mundial en la que proliferan diferentes discursos populistas contra lo diferente”.