Ser joven y marcharse de España en busca de oportunidades no es una novedad. Pero pocos hablan de lo que realmente supone, especialmente cuando ocurren tragedias como la dana. A distancia, seguimos la solidaridad de nuestro pueblo, vemos cómo miles de personas se unen para ayudar y cómo periodistas y ciudadanos luchan por sacar a la luz la verdad. La falta de oportunidades en nuestro país empuja a muchos jóvenes a emigrar. Nos dicen que es “una experiencia enriquecedora”, que ganaremos independencia y conoceremos otras culturas. Al mismo tiempo, significa perder los lazos que nos sostienen y vivir lejos de quienes siempre nos han apoyado. ¿Por qué tener que buscar fuera lo que debería estar al alcance? Este golpe que sentimos en la distancia es también un recordatorio. Que esta unión que experimentamos hoy nos impulse a construir un país con oportunidades para todos, con políticas que protejan nuestro derecho a un futuro sostenible y lleno de posibilidades. Para que nadie se vea obligado a elegir entre sus sueños y su hogar.

Alicia Ayora Olmos. Berlín
“Vendrán más años malos”

La actitud de Carlos Mazón y del Partido Popular tras lo ocurrido en la Comunidad Valenciana a consecuencia de la dana, sus vanos intentos de explicación de lo sucedido y su peculiar forma de proponer una salida a esa situación me recuerdan un pecio de Rafael Sánchez Ferlosio que conviene tener presente: “Lo más sospechoso de las soluciones es que se las encuentra siempre que se quiere”. Es el que abre un magnífico libro suyo, de 1993, cuyo título, entonces y hoy, resulta esclarecedor: Vendrán más años malos y nos harán más ciegos.

Julio Flórez García. Gijón
Medidas que han salvado vidas

Soy de Utiel, uno de los pueblos arrasados por la dana del 29 de octubre. El alcalde de mi pueblo decretó el cierre de los colegios a las siete de la mañana. A la una de la tarde, estaba reclamando la presencia de la UME en vista de lo que ocurría. Si no llega a ser por eso, en mi pueblo hubiera habido muchos más muertos, porque el instituto está junto al río. ¿Dónde estaba el presidente de la Generalitat valenciana mientras la gente sufría?

Isabel Ponce. Albacete
Burgos contra el racismo

Tras la concentración multitudinaria del pasado día 13, la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha anunciado que recula y ya no retirará las ayudas a las ONG que trabajan con personas migrantes. La apabullante respuesta del pueblo burgalés en contra de las pretensiones racistas de la extrema derecha que cogobierna el municipio castellano hace albergar esperanzas en el género humano. Y en este caso, si me permiten, sí me parece que podría decirse que el pueblo, el de Burgos, ha salvado al pueblo de caer en una xenofobia institucional, baldón insoportable que no encaja con el talante abierto y de acogida que caracteriza a la capital castellana. Burgos ha dado un ejemplo a seguir por todos.