Entrevista con Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Política de Save the Children

«Toda solución para los menores migrantes pasa por un acuerdo político»

Desde la organización abogan por una atención individualizada para poder atender a las necesidades específicas de cada niño o niña que llega a Canarias

Canarias 7, Sara Toj Las Palmas de Gran Canaria, 18-11-2024

La directora de Incidencia Social y Política de Save the Children, Catalina Perazzo, aboga por una atención individualizada de los niños y niñas, además de la importancia de cuidar de su bienestar mental.

-Llevamos meses hablando de la reforma de la ley de extranjería, que haría obligatoria la distribución de los niños y niñas migrantes entre comunidades autónomas. ¿Por qué cree que no se ha llegado a un acuerdo aún?

-Es una cuestión de voluntad política y de corresponsabilidad. Tiene que haber una toma de decisiones entre todos los niveles administrativos implicados y, al final, también hay cuestiones políticas. Nosotros instamos a que se ponga en el centro a la infancia, sus necesidades, y que no se politice esta cuestión. Al final creemos que tiene que existir un mecanismo de derivación estable, y esperamos que sea pronto, no es admisible esperar más.

-Si al final no se alcanzara ese acuerdo, ¿qué aletrnativa queda? ¿Hay un plan B?

-Todas las opciones y los distintos escenarios que hay sobre la mesa requieren de un acuerdo, tanto con la reforma del reglamento de extranjería como si es acatando los compromisos de la Conferencia Sectorial. En cualquier caso, se tienen que tomar medidas en aras de la inclusión. Hay varias opciones sobre la mesa. Por ejemplo, como que la tutela se quede en Canarias y los chicos sean acogidos en otro territorio de la península por alguna entidad social. Esto mismo requiere del trabajo conjunto con la comunidad autónoma de destino, porque al final estos chicos van a entrar a formar parte de la sociedad de ese territorio, y es necesario para su inclusión que haya una interlocución con la comunidad autónoma. Con lo cual, me temo que todo pasa por un acuerdo y un entendimiento.

-También se planteó que la tutela se la quedara Canarias, pero que los chicos fueran derivados a su país de origen. Marruecos mostró su predisposición. ¿Es viable?

-Nosotros trasladamos tanto a Presidencia como a la Consejería que creíamos que esta opción no es viable porque no está dentro del marco jurídico actual, y recalcamos que el Gobierno autonómico no puede llegar a un acuerdo con el reino de Marruecos. Lo que se prevé ahora mismo es que se evalúe caso por caso, y si lo mejor para un niño es regresar a su país de origen, tendría que hacerse por reagrupación familiar, es decir, que vuelva con sus familiares allí, que habría que comprobar que eso es posible. También está la posibilidad de la puesta a disposición del sistema de protección de menores (de Marruecos en este caso).

-La atención individualizada de los niños y niñas que llegan es una de las peticiones más repetidas por las ONG. ¿Cómo se puede materializar esto?

-Precisamente, desde Save the Children, con apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estamos trabajando en esta cuestión. Hemos hecho una propuesta de una herramienta a la dirección general porque con ello se conseguiría una detección temprana de vulnerabilidades. Se conocería así cuál es la situación de cada niño o niña. Así puedes identificar mejor cuáles son potenciales solicitantes de asilo, si tienen familiares en algún otro territorio o incluso si han sufrido violencia en origen o durante el trayecto, o si tienen alguna necesidad, por ejemplo, de salud mental. La dirección general ha contratado a personal adicional que justo ahora se está formando y especializando en todo esto. Pero a nadie se le escapa que los centros están llenos, lo que hace muy difícil hacer un seguimiento individualizado.

-¿Cómo es el trabajo que realizan desde Save the Children?

-Lo que ofrecemos en las llegadas es dar la primera acogida y hablamos con los chicos, les decimos dónde están, conocer un poco su realidad, y luego pasan al sistema de protección. Además, a petición de los centros de acogida, estamos prestando atención psicológica, ya que hay algunos con situaciones un poco más complicadas. Evidentemente, después del trayecto que pasan estos chicos, su bienestar emocional se ve muy afectado, y es necesaria una atención especializada y sobre todo nosotros ponemos énfasis en hablar su idioma. Es muy importante para que puedan expresarse y relacionarse adecuadamente, teniendo en cuenta su trasfondo cultural y sus necesidades.

-Decían en su visita a Tenerife que habían observado que al menos el 10% de las personas que se atendían en los CATES eran menores de edad.

-Lo que es importante también es la identificación de las personas que son menores, que los chicos no sean tratados como adultos y acaben en recursos para mayores de edad. Nosotros intentamos ayudar ahí para que se puedan identificar, y lo mismo con los solicitantes de asilo, víctimas de trata y demás. Desde la Fiscalía se está haciendo un gran trabajo para desatascar esa parte y poder agilizar los trámites. Nosotros lo que vemos es que a veces es difícil y sí que encontramos en recursos de adultos personas menores de edad, pero bueno, enseguida se detectan, se notifica y se toman las medidas oportunas.

-Esos niños, en algún momento, cumplen la mayoría de edad. ¿Qué futuro se vislumbra para ellos?

-Aquí lo más importante, y que además sabemos que es una prioridad para el Gobierno canario, es que si, cuando cumplan la mayoría de edad aún no han regularizado su situación administrativa, esta se tiene que resolver cuanto antes. La vida de estos chicos está muy condicionada por tener una situación administrativa regular y un permiso de residencia y trabajo que les permita poder entrar al mercado laboral, poder ser autónomos, poder hacer una formación y obtener un título, hacer prácticas y que te puedan contratar… Estos chicos vienen con muchas ganas, y la necesidad hace que quieran ser productivos económicamente hablando.

-Los discursos de la extrema derecha están haciendo cada vez más daño. ¿Cómo se puede luchar contra ellos?

-Tenemos que hacernos cargo de las realidades de las que están huyendo estos niños y niñas, que pueden ser violaciones de derechos humanos, como las que se originan de un conflicto armado, un matrimonio forzoso, mutilación femenina, pero también las necesidades económicas: la hambruna, la escasez. Esto hace que en las familias los propios chicos y chicas quieran buscar oportunidades en otro país.

-Para eso hay que lograr una gestión migratoria adecuada.

-Sobre todo, en materia de infancia se debe diseñar una gestión que sea protectora, y para ello lo que se tiene que conseguir es que se establezcan vías legales y seguras para migrar. Todo ello permitiría que se descarten este tipo de vías, este tipo de rutas como la canaria, donde mueren tantas personas. Así, no veríamos a tanta gente teniendo que buscarse la vida de esta forma. Y para eso nosotros consideramos que hay que trabajar más a medio y largo plazo, pero no solo desde la dimensión del archipiélago canario o de España. También hay que hacer esfuerzos para trabajar desde Europa en su conjunto y con los países de origen, donde se han de establecer maneras para que esto pueda ser posible.

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