Una Irlanda moderna confía en sus partidos tradicionales para las elecciones
El actual primer ministro, Simon Harris, prolífico en la red social TikTok, es el favorito para liderar el nuevo Ejecutivo tras los comicios del día 29
Diario Vasco, , 18-11-2024La Irlanda que acude a las elecciones el próximo 29 de noviembre ha cambiado notablemente en las dos últimas décadas. Un país que aún era reconocido por su historia, su belleza y las tradiciones rurales se convirtió en el Tigre Céltico, donde el dinero fluía. En 2008 sufrió un colapso de su sistema bancario y tuvo que purgarse de su deuda con la intervención del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea.
La Irlanda anterior reclamaba pureza histórica. Resistente contra el Imperio Británico, neutral en asuntos del mundo. Sus dirigentes estaban emparentados con los creadores de la República en el primer cuarto del siglo XX. La agricultura exportaba al resto del mundo, apuntalada por el ingreso en el mercado común europeo, y miles de jóvenes emigraban en momentos de caída económica y desempleo.
El descalabro causado por la crisis financiera entre 2007 y 2010 provocó un colapso de la política. Charles Haughey era un hombre astuto, que se había hecho con el control del Fianna Fáil (FF), el partido creado por un irlandés, Éamon de Valera, empeñado a lo largo de su vida en establecer contacto con la familia española de la que procedía la suya.
De Valera fue el líder religioso y estricto de la revolución, pero sus seguidores, con Haughey en un papel destacado, habían creado en el cambio de siglo una red de poderosos irlandeses cuyas corrupciones fueron desveladas durante la crisis. EL FF que había sido un partido nacionalista y hegemónico, cuidadoso de los agricultores y de los desposeídos de Dublín, quedó desacreditado.
Una formación más conservadora, Fine Gael, ganó con holgura las elecciones y se hizo cargo del Gobierno que ha mantenido hasta hoy, en coalición ahora con el FF. Juntos se enfrentaron a otra crisis con hondura en Irlanda, el desprestigio de la Iglesia Católica, central hasta entonces en la vida irlandesa. La cadena de revelaciones sobre abusos de mujeres y menores tuvo un gran impacto en la sociedad.
En 1995, la población ya había optado por mayoría en favor de una enmienda constitucional que permitía el divorcio. En 2015 otra votación dio libertad para el matrimonio entre personas del mismo sexo y en 2018 se votó en favor de la ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo.
Órdenes religiosas como los ‘Christian Brothers’ han perdido el papel que tenían en la política, manteniendo redes colegiales en diferentes países. El cambio de la economía irlandesa fue un proceso rápido. La agricultura sigue siendo el mayor exportador doméstico, pero las cifras de entrada y salida de las grandes empresas asentadas en la isla distorsionan las estadísticas de la Unión Europea.
Gánster candidato
Compañías como Apple y grandes farmacéuticas pagan más impuestos en Irlanda a través de sus subsidiarias que en Estados Unidos. La política fiscal ha convertido a la isla esmeralda en uno de los países con más renta –nominal– per cápita. Y la expansión no se detiene. La asociación de empresarios, IBEC, se queja de la lentitud de los gobiernos para construir infraestructuras que faciliten la inversión de más multinacionales.
Esa economía con unas cifras un tanto ficticias permite al Gobierno liderado por Simon Harris presentarse a las elecciones con superávit en su presupuesto. Pero la coalición no ha logrado resolver el problema de la vivienda, que agrava el resentimiento contra la inmigración. Harris ha prometido en la primera semana de la campaña una política más firme. Y Lou MacDonald, líder del Sinn Féin, que, si encabeza el futuro Gobierno, no creará centros de refugiados en los barrios pobres.
Esta Irlanda ha tenido protagonismo en la denuncia de la respuesta de Israel al ataque de Hamás y ha desplegado la pasada semana su pequeña flota y aviones patrulleros para apartar de sus aguas a un barco ruso, sospechoso de indagar en las estructuras de cables submarinos de comunicaciones y energía que conectan con Reino Unido y Francia. El Gobierno quiere extender conexiones con España y Portugal.
La última encuesta electoral da ventaja al Fine Gael de Harris, 25% de intención de voto, seguido de Fianna Fáil y Sinn Féin, ambos con 19%. El mayor porcentaje es el de los independientes, candidatos locales que se presentan también en los comicios europeos y municipales, obteniendo escaños y concejalías. Sumarían, según el sondeo, un 29% de los elegidos.
Entre ellos, Gerry Hutch. Es asociado con múltiples robos en su juventud y fue absuelto en abril de 2023 del asesinato en el centro de la capital del miembro de una banda rival. Es descrito como un hombre ascético, con residencias en el norte de Dublín y la isla de Lanzarote. Se ha presentado como candidato en la circunscripción de Dublín Central, para quitarle votos a Macdonald, líder del Sinn Féin.
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