Una joven de 16 años desaparece en Valencia en extrañas circunstancias
La madre teme que pueda estar retenida por alguien que conoció a través de Internet
Las Provincias, 27-08-2006Una joven ecuatoriana de 16 años desapareció hace 10 días en Valencia en extrañas circunstancias. La madre de la menor teme que su hija pueda estar retenida por alguien que conoció en un chat a través de Internet. Además, la adolescente se había relacionado en los últimos meses con miembros de una pandilla latina. Los ojos de Susana Gamboa están llenos de tristeza. Desde el pasado día 18 de agosto, cuando desapareció su hija Daniela en extrañas circunstancias, le cuesta en exceso conciliar el sueño. Las sospechas sobre el paradero de la menor aparecen y desaparecen en la mente de su madre a un ritmo vertiginoso.
Estoy muy preocupada. No sé nada de ella y, quieras o no, acabas pensando que le ha ocurrido una desgracia, afirmó Susana con el rostro cariacontecido.
La mujer teme que su hija pueda estar retenida en contra de su voluntad por alguien que conoció en un chat a través de Internet. A veces, la red de redes es un lobo con piel de cordero y no se sabe con quién se establece comunicación e incluso amistad.
Daniela frecuentaba un locutorio de la calle Crevillente, situado a escasos metros de su hogar, donde chateaba con personas desconocidas por su madre.
Una extraña llamada telefónica
La joven ecuatoriana se marchó de casa sobre las dos de la madrugada del pasado día 18 de agosto. Dos horas antes, Daniela recibió una llamada telefónica en el móvil de la familia. La menor conversó durante unos minutos con un amigo, también de nacionalidad ecuatoriana, y después le devolvió la llamada, según pudo comprobar posteriormente su madre.
Este joven, al parecer, pertenece a una pandilla latina, por lo que Susana está angustiada también ante la posibilidad de que su hija hubiera sido captada por el grupo juvenil.
Desde que conoció a este chico mi hija parecía otra persona. Dejó de estudiar, se escapó dos veces del colegio y se encerraba en su habitación con frecuencia, explicó la afligida madre.
He hablado con él y me ha dicho que no tiene nada que ver con la desaparición de mi hija, pero yo no sé si dice la verdad, añadió.
Susana ha repartido en los últimos días unos 40 carteles con la foto de su hija. Apela a la colaboración ciudadana para localizar a la menor.
La mujer ha presentado la correspondiente denuncia en la comisaría de Marítimo de la Policía Nacional y acudió también a la Policía Local de Valencia para pedir que buscaran a Daniela.
Estoy destrozada. No sé nada de mi hija. Temo por su vida… Nunca se había marchado de casa, y no entiendo porque no llama por teléfono para decirnos dónde está, manifestó Susana con un tono sereno y pausado a pesar de su situación angustiosa.
Búsqueda en discotecas
Su desesperación ha llegado hasta tal punto que la mujer acude por las noches a discotecas, bares y parques de Valencia para buscar a su hija. Muestra una fotografía reciente de la menor con el pelo corto y sonriente. La imagen fue tomada el día que Daniela celebró su graduación con sus compañeros del colegio Nuestra Señora del Rosario.
La afligida madre vive pendiente de su teléfono móvil a la espera de una llamada tranquilizadora que nunca llega. Además, Susana cría a otros tres hijos menores de seis años en una humilde vivienda en el barrio valenciano de Isla Perdida.
jmartinez@lasprovincias.es
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