La ultraderecha francesa arremetió este jueves contra la Fiscalía, que ha pedido cinco años de cárcel y otros tantos de inhabilitación para Marine Le Pen por malversación de fondos públicos, tras el supuesto pago de sueldos a sus empleados con dinero del Parlamento Europeo.
La vista definitiva se celebrará a finales de este mes y la condena se anunciará a principios de 2025. En caso de que la líder de Agrupación Nacional reciba la pena solicitada por el Ministerio Público, deberá ingresar al menos dos años en prisión. Tampoco podría presentarse a las elecciones presidenciales de 2027 al encontrarse inhabilitada.

«¿En qué país viviríamos si impidiéramos que la política más popular en los sondeos pudiera presentarse?», criticó Sébastien Chenu, diputado de su partido. La propia formación denunció en las redes sociales que la Fiscalía intenta «eliminar la voz de la oposición real» y «saltarse el proceso democrático». Agrupación Nacional ha encontrado un aliado en el exministro del Interior Gérald Darmanin, quien señaló que el tribunal no puede condenar a Le Pen «electoralmente».

Respaldo de Orbán
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, expresó este jueves jueves su apoyo a la líder de la extrema derecha francesa Marine Le Pen ante sus problemas con la justicia gala y la comparó con el republicano Donald Trump, quien también ha tenido que hacer frente a distintos procesos antes de ser reelegido presidente de Estados Unidos.

«No me podía creer la noticia sobre Marine Le Pen», dijo Orbán, refiriéndose a la petición por parte de la Fiscalía francesa de que la líder ultraderechista gala sea condenada por malversación de fondos públicos y por ser cómplice de ese mismo delito por el escándalo de los empleos ficticios de los asistentes de europarlamentarios.

«Marine, por favor, ¡recuerda que estamos contigo en esta batalla! Y no lo olvides: ser acosado por el poder judicial fue un paso crucial hacia la victoria para el presidente Donald Trump», añadió Orbán en la red social X (antiguo Twitter). El primer ministro húngaro es uno de los pocos líderes europeos que apoyó a Trump en su carrera hacia la Casa Blanca