La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala (PP), ha rectificado su plan de retirar las ayudas públicas para asistencia a migrantes a tres ONG burgalesas. El anuncio ha llegado este jueves por la tarde tras varios días de polémicas y de una manifestación de unas 5.000 personas en el centro de Burgos en la noche del miércoles, con una importante presión social y quejas de los empresarios. Ayala había supeditado este recorte, de 119.000 euros para Accem Burgos, Acoge Burgos y Atalaya Multicultural, en la exigencia de su socio municipal, Vox, para aprobar los Presupuestos. La regidora asegura ahora que esa movilización social “nos ha hecho pensar” y ha confirmado el paso atrás: “Los convenios con las tres ONG van a seguir igual que en 2024″. El portavoz de Vox, Fernando Martínez-Acitores, ha negado que se vaya a romper el pacto, ha aceptado el giro del PP, pero ha exigido que “no se dé nada para personas en situación irregular”.

Ayala ha asegurado haber dialogado con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), y la secretaria general de su partido, Cuca Gamarra, quienes le han manifestado lo apropiado de mantener esta subvención local pese a las amenazas de Vox. La Diputación, también de su formación, también había criticado esa reacción contra las organizaciones solidarias. Hasta Cáritas, que sí mantenía la asignación, había clamado contra ese recorte a sus compañeras de acción solidaria e informó de que rechazaría esos fondos si no recaían en las otras entidades. La regidora ha amparado haberse plegado ante la extrema derecha, quien ordenó esa pauta para aprobar las Cuentas, en la importancia de disponer de unos Presupuestos “ilusionantes y necesarios para la ciudad”. Ahora ha defendido esa tarea de los organismos altruistas y ha presumido de valores: “Burgos siempre ha sido una ciudad acogedora, tolerante y que ayuda al que lo necesita”.

La alcaldesa de Burgos, a expensas de que Vox reaccione a este desmentido, ha asegurado que en caso de que los ultras le retiren su apoyo en la corporación se someterá a una moción de confianza. Ayala indicó en la jornada del miércoles que estaba “más cerca de Vox que del PSOE” pero en su rectificación tampoco ha cambiado de prisma, acusando a los socialistas de inmovilistas y reivindicando su pacto con la extrema derecha, sobre quienes deja la responsabilidad de romper o no la alianza local. Si se rompiera el pacto, ha considerado que una “moción de confianza” podría permitir la aprobación de las inversiones. La primera edil ha admitido que la movilización social ha marcado la decisión ante una manifestación “muy transversal, muchos burgaleses manifestaron su desacuerdo” y “hemos entendido que es necesario volver atrás esta decisión y que los convenios sigan en la misma condición, es una cuestión de responsabilidad” para aplaudir finalmente a las ONG a las que hace unos días había aceptado dejar sin financiación municipal: “Estoy convencida de que hacen un fantástico trabajo para que Burgos sea más tolerante, diverso y con mejor convivencia”.

El portavoz de Vox y vicealcalde, Fernando Martínez-Acitores, ha defendido su exigencia: “Queremos que se cumpla una migración regulada y ordenada, que se controle”. Acitores ha rechazado que se vaya a romper la entente municipal y ha señalado que Vox reclamará una “cantidad igual en Infancia, Juventud, Mayores y embarazadas en especial riesgo de vulnerabilidad” para validar esos Presupuestos “muy realistas”. El edil ha proclamado que ha recibido muchos “mensajes” de apoyo a la iniciativa de Vox y ha mantenido sus tesis contra los migrantes, accediendo a sufragar a las ONG solo si se destinan recursos para personas en situación regular: “Sería la pera que el Ayuntamiento de Burgos subvencione algo ilegal, no queremos que destine ni un euro a actividades de inmigración ilegal”.