Las migraciones permanentes a los países de la OCDE registraron en 2023 un incremento del 10 % respecto a 2022, con 6,5 millones de personas, lo que supone el segundo récord anual consecutivo, en un contexto de fuerte demanda de mano de obra y de bajos niveles de paro.
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En su informe anual sobre las migraciones internacionales publicado este jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca que esos 6,5 millones de migrantes permanentes son un 28 % más que en 2019, el último año antes de la crisis de la covid.
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Como es habitual, en cifras absolutas Estados Unidos fue el principal receptor de inmigrantes, con 1.189.800 y una subida del 13,4 % respecto a 2022, aunque el incremento se limitó al 15,4 % si se compara con el año anterior a la covid.

Le siguieron el Reino Unido, que en 2023 un año dio un salto del 52,9 % hasta 746.900 (la subida desde 2019 fue del 109,7 %); Alemania con 692.700 (3,5 % en un año), Canadá con 471.700 (7,8 %) y España con 364.100 (+12,3 % en un año y +48 % desde 2019).

Además, en paralelo, en 2023 los países miembros de la OCDE concedieron 2,4 millones de permisos de trabajo temporal, lo que significa un 16 % más que el año anterior y un 28 % por encima de 2019.
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El conocido como el ‘club de los países desarrollados’ pone el acento en que el aumento del número de trabajadores migrantes “ha contribuido a un crecimiento económico sostenido” y que, siguiendo la tendencia constatada desde la pandemia, la tasa de empleo de los inmigrantes ascendió a un nivel históricamente elevado, el 71,6 %, mientras la de paro bajó al mínimo histórico del 7,4 %.

En las cifras de migrantes permanentes que ofrece el estudio no están los demandantes de asilo, que en 2023 alcanzaron un nuevo máximo histórico con 2,7 millones de personas, y un alza del 30 %.
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Ese tirón se explica en particular porque las demandas de asilo en Estados Unidos se dispararon más del 60 % el pasado año para totalizar 1.176.050, un número por primera vez superior al conjunto de las de los Estados europeos de la OCDE.
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El segundo país donde más personas solicitaron el estatuto de refugiado en 2023 fue una vez más Alemania, con 329.120. La tercera posición la pasó a ocupar España con 160.470 y un incremento del 38 %. De esa forma, España superó a Francia, Costa Rica y México, que habían estado por delante en 2022.

Los miembros de la OCDE concedieron el estatuto de refugiado en 2023 a 676.000 personas, un ascenso del 15 % respecto al ejercicio anterior y el nivel más alto desde 2017.

Los datos de migrantes permanentes que ofrece la OCDE no tienen en cuenta a los sin papeles que entran en sus países miembros, ya que en la mayor parte de ellos no pueden registrarse, aunque hay algunas excepciones.

Una de las más notables es la de España, donde las personas en situación irregular pueden inscribirse en los ayuntamientos, y de ahí que en las tablas de entradas de extranjeros en los países de la OCDE España aparece en 2022 (el último año para el que hay cifras) en segundo lugar con 1.120.500, sólo por detrás de Alemania (2.481.000) y por delante incluso de Estados Unidos (1.018.000).

Esa sorprendente segunda posición de España no sólo responde al hecho de la especificidad del registro de los sin papeles, sino a una progresión del 49 % de las entradas de extranjeros respecto a 2021.

La OCDE considera que “pese a los progresos” resulta “esencial” para luchar contra las inmigración irregular una mayor cooperación internacional, en particular con mejor comunicación con los países de origen y de tránsito para compartir informaciones, pero también sobre las expectativas de unos y otros.

A su juicio, esa cooperación debería ir más allá de la gestión de los flujos para abordar también la integración, en particular con la cuestión del reconocimiento por los países de acogida de las calificaciones que los inmigrantes obtuvieron en sus países de origen.