Al menos 191.900 inmigrantes irregulares llegaron a la Unión Europea (UE) desde enero hasta octubre del 2024, lo que supone un 43% menos que el año anterior, según informó Frontex. La mayor reducción en el número de entradas se ha producido en la ruta del Mediterráneo central, de un 62% menos, y la de los Balcanes Occidentales (-80%).

De acuerdo con la agencia encargada del control de las fronteras exteriores de la UE, la continua caída del número de personas migradas que tomaron la ruta que lleva hasta Italia se debe a “los esfuerzos de las autoridades tunecinas y libias para luchar contra los grupos de contrabandistas”. De todos modos, al menos 55.227 personas eligieron esta vía para alcanzar la costa europea, en busca de refugio y unas mejores condiciones de vida. La mayoría de estos inmigrantes provenía de Bangladesh, Siria y Túnez.

También se registró una ligera disminución del 5% de las llegadas a España a través de la ruta del Mediterráneo occidental, que parte de Marruecos y otros países del norte de África tanto por mar como por tierra (a través de Ceuta y Melilla). En total, fueron 12.952 las personas que tomaron esta vía para entrar en Europa, la mayoría de nacionalidad argelina, marroquí y maliense.

En cambio, tanto las rutas del Mediterráneo oriental, cuyo destino es Grecia, y la de África occidental, que llega hasta las Canarias, han continuado su tendencia a la alza en los primeros diez meses del año. En concreto, de un 14%, lo que eleva el total a 54.989 entradas para la primera, sobre todo personas procedentes de Siria, Afganistán y Egipto. Y 34.091 llegadas a través de la segunda, la mayoría de Mali, Senegal y Marruecos. En octubre, la ruta marítima del este fue la más transitada en Europa, con 7.300 detecciones.

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Xavier Mas de Xaxàs
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Con todo, las fronteras terrestres externas situadas al este del bloque comunitario fueron el punto donde se detectó el mayor número de entradas en comparación con el año anterior, con un aumento del 195%. Esto supuso el ingreso de 15.234 inmigrantes que optaron por esta vía, entre ellos, ucranianos, somalíes y eritreos.

En cuanto a la ruta del Reino Unido, esta vio un aumento del 5%, aunque Frontex contabiliza tanto los cruces exitosos del Canal de la Mancha como los intentos, que suman un total de 57.162 personas, la mayoría procedentes de Afganistán, Siria e Irak. Al menos 70 personas que trataron de alcanzar la costa británica han perdido la vida en lo que va de año, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU (OIM), lo que convierte el 2024 en el año más mortífero para esta ruta en los últimos diez años.

El saldo mortal que no registra Frontex
La Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) y la de Migración (OIM) advirtieron en septiembre que, aunque el número de personas que cruzan el Mediterráneo desde el norte de África se ha reducido considerablemente en el 2024, no se ha producido una mejora en el acceso a la protección para refugiados y solicitantes de asilo. Además, según ACNUR, al menos 2.085 personas perdieron la vida intentando alcanzar la costa europea a través del mar en lo que va de año.

La cifra, no obstante, se estima mucho mayor, ya que solo en los primeros cinco meses del año, el colectivo Caminando Fronteras, que monitoriza el movimiento de migrantes rumbo a España, contabilizó que al menos 5.054 personas habían muerto o desaparecido en aguas mediterráneas. Son solo las muertes registradas en la ruta de África Occidental y la del Mediterráneo Occidental. “Este alarmante aumento de la letalidad de las fronteras muestra claramente los efectos de una política más preocupada por el control migratorio que por la defensa del derecho a la vida”, denunció la oenegé en su informe del pasado junio.