Un 'zar de la frontera' para «la mayor deportación de la historia de EE UU»

Tom Homan, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas durante el primer mandato de Trump, fue el ideólogo de la polémica política de separación de familias

Diario Vasco, Daniel de Lucas, 12-11-2024

Donald Trump trató de desvincularse del controvertido Proyecto 2025 durante la reciente campaña. Ha repetido una y otra vez que no tiene nada que ver con el documento de 922 páginas que recoge una lista de deseos conservadores para la segunda presidencia del magnate, que incluye acabar con el «Estado profundo» y «darle más poder al presidente». Hasta el punto de que en el debate con la demócrata Kamala Harris llegó a sostener que desconocía quién estaba involucrado en su creación y que ni siquiera iba a leerlo.

Sin embargo, el presidente electo ha anunciado la elección de Tom Homan, uno de los redactores del Proyecto 2025, para incorporarse a su futura Administración. Le ha bautizado como «zar de las fronteras» con la misión de llevar a cabo «la mayor deportación de la historia de Estados Unidos», una de las piedras angulares de la campaña de Trump.
«Me complace anunciar que el exdirector del CIE, e incondicional en el control de fronteras, Tom Homan, se unirá a la Administración Trump«, anunció el magnate. El designado tendrá a su cargo las fronteras norte y sur del país, así como las marítimas y la seguridad de la aviación», anunció el republicano en su propia red social, Truth Social. Homan se encargará en ese sentido de «todas las deportaciones de extranjeros ilegales a su país de origen» con amplios poderes y autonomía para llevarlas a cabo.

Aupado por Obama
Este exoficial de la Policía de 62 años es un viejo conocido en la órbita del expresidente. Pertenece a la línea dura de los republicanos y está considerado un fiel seguidor de sus políticas. No obstante, llegó a la cúspide del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (CIE) en 2013 nombrado por Barack Obama como adjunto al director, tras una carrera como agente, investigador y supervisor de la Patrulla Fronteriza.

Para Trump «no hay nadie mejor para vigilar y controlar las fronteras de Estados Unidos». Durante el primer Gobierno de Trump ejerció de director interino del CIE, ya que nunca fue ratificado para el cargo por el Senado. Fue el rostro público de los agresivos esfuerzos para intensificar la aplicación de las leyes de inmigración y defender las detenciones de inmigrantes indocumentado antes de jubilarse en 2018.

Durante ese periodo estuvo implicado en una controvertida propuesta que suponía la separación de padres e hijos de migrantes indocumentados, con el argumento de que disuadiría a las familias para cruzar la frontera ilegalmente. Una idea de la que empezó a hablar en 2014 bajo el mandato de Obama, que le llegó a premiar como «ejecutivo distinguido», pero que no llegó a desarrollar.

Homan es considerado el padre intelectual de la política de separación de familias, pero él lo niega. La polémica iniciativa suponía que los niños que cruzaban la frontera sur hacia Estados Unidos sin permiso legal fueran separados de sus padres u otros adultos, que eran procesados penalmente. «No es verdad. Yo no escribí el memorando para separar a las familias. Lo firmé. ¿Por qué? Tenía la esperanza de salvar vidas», se excusó en una reciente entrevista con la cadena CBS.

Esta medida fue implantada en 2017 y tuvo su punto álgido a principios de 2018. Poco después la Administración de Trump se vio abocada a suspenderla tras las denuncias de inhumanidad. Más de 5.000 niños fueron separados de sus familias sin un plan de reunificación.

«De manera humana»
El que será nuevo ‘zar de la frontera’ a partir del 20 de enero ha declarado a los medios estadounidenses que bajo su dirección el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (CIE) ejecutará «la mayor operación de deportación en la historia del país». Eso sí, ha aclarado que cumplirá la promesa de Trump de una «manera humana».

En una entrevista con ‘60 minutos’, Homan ha asegurado que los únicos que deberían temer las políticas migratorias del presidente electo son los inmigrantes que entran de forma ilegal. Se estima que hay 11 millones de personas sin papeles en Estados Unidos, lo que supone el 3% de la población, y ocho de cada diez residen en el país desde hace más de una década. El 51% de los estadounidenses apoya al líder republicano en su estrategia para regular la migración, incluyendo cuatro de cada diez demócratas.

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