Chakib Lachgar | Tres veces ganador de la Behobia
«En Errenteria fui saludando, me relajé y me costó volver a acelerar»
Lachgar siempre recordará su tercer triunfo en la Behobia-San Sebastián por haberlo podido vivir junto a su hijo Luqman, que unas pocas horas antes se estrenó en una carrera corriendo en el Miniestadio de Anoeta la versión Txiki de la popular guipuzcoana
Diario Vasco, , 12-11-2024Lejos queda aquel segundo domingo de noviembre de 2019 en el que Chakib Lachgar se impuso en el Boulevard gracias a su poderoso sprint. Conquistó su primera txapela en la Behobia-San Sebastián y su historia, la de aquel adolescente marroquí que lo dejó todo para llegar a España en los bajos de un camión, dio la vuelta al mundo gracias a un reportaje publicado por este periódico. Cinco años después, Chakib, que lleva prácticamente media vida en Gipuzkoa, sumó su tercera corona y se convirtió en el nuevo rey de la reina de las populares.
– Ya van tres…
– El año que viene espero que sean cuatro. Pero para eso tengo que seguir trabajando. Cuando empecé a tomarme en serio el atletismo era impensable que llegara a las tres txapelas.
– ¿Con cuál de sus tres victorias en la Behobia se queda?
– Todas han sido diferentes, pero la más bonita fue la de 2023.
Hogar
«Ahora estamos viviendo con mi hermano en Ikaztegieta. Estamos buscando piso»
– ¿Por qué?
– Fue especial, con mi madre viéndome correr por primera vez. Y también porque la carrera salió perfecta. El récord, las sensaciones… Y también porque fue una semana muy bonita. Solo siete días antes había ganado el Mundial de 50 kilómetros en la India.
– En la de 2019 ganó al sprint, en la de 2023 con una exhibición y récord… ¿Cómo definiría la de 2024?
– Hubo momentos de sufrimiento durante la carrera, pero al final acabé asegurando con bastante facilidad la victoria. Tenía un puntito más que no tuve que sacar.
Recuerdo
«Tengo amigos en Valencia y en Gaza y lo están pasando mal. Muchos lo han perdido todo»
– Se marchó desde que sonó el pistoletazo de salida. ¿Tenía claro que lo haría así?
– Lo decidí mientras calentaba. Hice algunos trotes y me encontré bien. Y salí tirando. Sabía que a un ritmo cercano a los tres minutos podía ir. Y creo que durante los cinco primeros kilómetros fui a 2:58 aproximadamente. Si alguien me hubiera seguido, seguro que no habría continuado tirando. Pero al ver que me iba desde el principio, decidí abrir el mayor hueco posible en el primer tramo.
– ¿Dónde empezó a sufrir?
– En la parte final de la subida a Gaintxurizketa y durante la bajada posterior empecé a notar algún pinchazo en el tendón de Aquiles de la pierna derecha. Nada grave, nada que me impidiera seguir corriendo. Pero preferí conservar un poco para que el dolor no fuera a más. Conozco bien el recorrido y sé que hay muchas subidas en las que los problemas podían ir a más. En Errenteria quizás me relajé más de la cuenta. Fui saludando y vi que se estaban acercando. Me costó volver a acelerar.
– ¿Pensó en algún momento que Rubén Morales e Iraitz Arrospide le cogerían?
– En 20 kilómetros se te pasan muchas cosas por la cabeza. En Miracruz vi a Iraitz cerca, pero también es verdad que yo sabía que los últimos kilómetros no los había corrido al máximo, que tenía más. No iba agotado. Cuando vienes desde atrás y ves que te acercas al primer puesto, la verdad es que te da un subidón. Seguro que iban con ganas de cogerme.
– ¿Le tenía miedo al sprint? A priori, al venir del 1.500, es el más rápido… Ya lo demostró en 2019.
– ¿Le sigue doliendo el tendón?
– Lo noto solo al subir escaleras. No es nada grave. Este lunes he vuelto a correr. Aunque con otro recorrido, he corrido otra Behobia soltando. Unos 20 kilómetros a un ritmo de cuatro minutos y diez segundos el kilómetro.
– Fue un fin de semana muy especial para la familia, ¿verdad?
- Luqman (su hijo) sigue emocionado. Por haber corrido su primera carrera en la Behobia Txiki, por mi victoria, por el reportaje en el periódico… Han sido unos días muy bonitos. Le hizo ilusión subir al podio conmigo. Y ahora le enseño mi medalla y me dice que él tiene también una. Van a ser recuerdos para toda la vida.
– Le dedicó la victoria a las víctimas de Valencia y también a las de Gaza. ¿Por qué?
- Es lo mínimo que puedo hacer. Tengo amigos tanto en Valencia como en Gaza. Y he recibido vídeos de la situación. Sé que lo están pasando muy mal. Muchos lo han perdido todo. Soy persona y sufro al ver estas cosas. En Marruecos también lo pasaron fatal por el terremoto. Es duro cuando te toca de cerca, cuando lo sufren amigos o familiares. Cuando veo cómo en Gaza hay niños que están siendo bombardeados no sé ni dónde meterme. Nos preocupan cosas muy pequeñas en comparación con las que están viviendo tanto en Valencia como en Gaza ahora. ¡Hay gente que ha perdido todo lo que tenía en unos minutos!
– ¿Y tras la Behobia qué planes tiene?
- Veremos si se disputa el Maratón de Valencia… Es mi próximo objetivo.
– No termina de salirle una buena marca en maratón…
- No, la verdad es que me está costando. Sé que puedo bajar mucho mi registro (2h11) pero… Tengo que correr con más cabeza. Soy yo el que falla. Y sé que lo tengo que corregir, no calentarme demasiado. ¡Saldrá! Un 2h08 lo firmaría en estos momentos pasando en 1h04 la media.
– Errenteriarra, irundarra… ¿dónde vive ahora?
- Estamos viviendo de forma temporal con mi hermano, que su casa es grande, en Ikaztegieta. Tuvimos que dejar el piso de alquiler en Irun y estamos buscando a través de agencias. Pero nos está costando conseguir.
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