Los penúltimos
La Vanguardia, , 11-11-2024Entre los argumentos para explicar el gran éxito de Donald Trump en las elecciones norteamericanas ha triunfado la expresión “los penúltimos han votado contra los últimos”, sobre el apoyo que muchas comunidades inmigrantes asentadas, como los latinos, han dado al republicano por miedo a los recién llegados. Un voto para no perder los derechos que han conseguido a cambio de esfuerzo y pasarlo mal para que sus descendientes tengan acceso al sueño americano.
FILE PHOTO: Then-Republican presidential candidate and former U.S. President Donald Trump reacts during a roundtable discussion with Latino community leaders in Doral, Florida, U.S. October 22, 2024. REUTERS/Marco Bello/File Photo
Reuters
No es una explicación muy original. Se ha usado también para intentar justificar por qué barrios populares, a menudo crecidos con el boom de la inmigración de los años sesenta y setenta en Catalunya, son los que más se quejan o rechazan a los nuevos inmigrantes, que ya no vienen de Andalucía, Extremadura o Galicia, sino de Latinoamérica, África o Extremo Oriente. Algunos se escandalizan asegurando que se convierten en racistas y discriminadores aun habiendo sufrido este tipo de problemas en sus propias carnes.
Muchas comunidades inmigrantes asentadas han dado su apoyo a Trump
Son teorías de un simplismo y un paternalismo especialmente sangrantes en un tema tan delicado. Si estas comunidades se quejan, es porque asumen en solitario y sin ayuda administrativa la acogida e integración de comunidades que no saben ni dónde caen más allá de ser un entorno infinitamente más seguro y próspero que en su país. Se los deja solos con estos problemas y se les dice que tienen que ser acogedores y abiertos de mente mientras ven que los más desesperados cogen cualquier trabajo en cualquier condición, o no entienden las bases de la convivencia vecinal, religiosa o de respeto mutuo. A menudo no es que vean a los recién llegados como competidores por el trabajo, sino como excusa para que las condiciones laborales de los trabajos más sencillos empeoren un poco más.
Los penúltimos no votan contra los últimos, sino para que se les escuche de una vez. Por que la lucha por un sueldo justo, una vivienda a un precio razonable para ti y tus hijos o el combate contra las mafias de la marihuana, el tráfico de drogas y los multirreincidentes se afronte como una prioridad de toda la sociedad y no solo de los que están en primera línea de fuego. Los penúltimos votan al final con la esperanza de ser, por una vez, los primeros.
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