El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, reiteró este sábado su solidaridad con los afectados por la Dana que ha dañado especialmente a la Comunidad Valenciana, pero rechazó que esta tragedia relegue «a un segundo plano» la emergencia migratoria que el archipiélago atiende en solitario y que está registrando un importante repunte en estos primeros días de noviembre.

Clavijo hizo estas declaraciones tras participar en Gáldar en la segunda de las tres Rutas 2030 programadas por la comunidad autónoma para conectar los sectores tradicionales de los núcleos rurales a la ciencia, la innovación y el desarrollo tecnológico.

En este evento estuvo presente el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, el rector de la ULPGC, Luis Serra, así como uno de los investigadores que trabajan en el proyecto de recopilación de datos aplicado al sector agroalimentario.

En sus declaraciones, el presidente hizo hincapié en que lo ocurrido en Valencia es «una desgracia tremenda, pero Canarias lleva en una desgracia y una emergencia desde hace un año». Por eso, entiende que el Gobierno de España tiene la suficiente estructura para atender «varias emergencias al mismo tiempo».

Apuntó que ha hecho llegar a distintos ministerios «que no podemos pasar a un segundo plano» porque los migrantes siguen intentando llegar a Europa a través de la Ruta Canaria y la comunidad autónoma debe afrontar en solitario la atención a los menores que viajan sin un adulto.

Reiteró que los canarios «siguen dando ejemplo de solidaridad y civismo», pero esa actitud «no puede servir para que se nos olvide, porque no nos lo merecemos ni las personas que intentan encontrar una esperanza ni los canarios que en solitario soportan toda esta presión», reiteró.

Modelo de desarollo
El presidente destacó en Gáldar la necesidad de continuar el debate en torno al reto demográfico y los objetivos de desarrollos sostenible y abrir una reflexión para poner sobre la mesa medidas para los próximos 50 años, de manera que «no se repitan pautas que han dado mucho éxito pero nos pueden llevar a morir de éxito».

A su juicio, es importante que en la lucha contra la despoblación de las zonas rurales y de medianías se tengan en cuenta no solo la economía, sino valores culturales e identitarios.

Por su parte, el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, reivindicó la necesidad de ofrecer servicios a la población de medianías para que decida no marcharse. «Si no», dijo, «no conseguiremos ser atractivos a la inversión».