El «fuerte crecimiento» de llegadas de menores extranjeros no acompañados «en los últimos años»ha obligado a Gipuzkoa a abrir centros «específicos» para atender a estas personas. A pesar de que la Diputación cuenta con una misma red residencial de servicios tanto para niños y jóvenes locales como para ‘menas’, el aumento de llegadas les ha hecho «modificar» su planteamiento inicial y abrir «unos recursos específicos para esta tipología de desprotección». En la actualidad, ocho de los veintidós centros para menores extranjeros en Gipuzkoa están «dedicados en exclusiva» a la atención de estos migrantes que llegan de sus países sin referente alguno, según una respuesta de la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, a la juntera Estitxu Elduaien (EH Bildu).

Pese a seguir con su «planteamiento normalizador» –los centros de Gipuzkoa son espacios «de no segregación de ningún tipo»– se han creado estos ocho centros específicos para ‘menas’, con una capacidad de 105 plazas. A día de hoy, asegura Peña, «la ocupación es total» y el resto de menores migrantes no acompañados son atendidos en otros recursos del territorio junto a otros perfiles de menores.

El 36,78% de los menores migrantes que llegan a Gipuzkoa deciden quedarse para rehacer su vida en el territorio
Si antes el 14,43% de jóvenes que llegaban al territorio se afincaban aquí, haciendo de Gipuzkoa un lugar de paso, esta tendencia cambió el año pasado y «en estos momentos el 36,78% de las llegadas permanecen en la red». Normalmente son hombres jóvenes, provenientes del Magreb, y «la elección del programa y del recurso residencial concreto se realiza en base a un análisis personalizado de las expectativas, necesidades y capacidades de cada uno» de los menores.

Estos recursos únicamente se basan en la edad. «En principio todos acogen tanto a chicas como chicos, personas migrantes sin referentes familiares y aquellas otras que los tienen en el territorio», pero el alza de ‘menas’ ha hecho que el departamento de Cuidados y Políticas Sociales haya tenido que modificar su planteamiento. En estos recursos permanecen hasta que cumplen la mayoría de edad y después, según Peña, «tienen un plan personalizado en función de sus expectativas que se aplica buscando tránsitos sin rupturas ni disfunciones».