Segundo intento. Giorgia Meloni vuelve a reactivar el plan de deportaciones de migrantes a Albania, incluso ante la posibilidad de nuevos impedimentos jurídicos procedentes de la Justicia italiana o europea. Las primeras controversias legales deslucieron, a mediados de octubre, el estreno del plan migratorio de la primera ministra italiana. Ahora, tres semanas después, la apuesta por un segundo traslado hasta las costas de Albania supone un renovado pulso de la jefa del Gobierno italiano para desviar a las costas balcánicas al 40% de los migrantes que atraviesan el Mediterráneo central.

El ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, aseguró este lunes que Italia puede “retomar las operaciones” de traslado de migrantes hacia Albania, al darse las “condiciones logísticas” adecuadas para ello. El titular de Interior asegura sentirse “confiado” acerca del reciente “decreto de países seguros” con el que desde hace dos semanas el Gobierno de Roma asume por decreto la definición y enumeración de países seguros: así pues, naciones como Bangladesh, Túnez y Egipto sí son seguras aunque no lo sean para el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

El buque Libra de la Marina Militar italiana, ahora mismo, ha vuelto a posicionarse en el Mediterráneo central, entre Sicilia y Libia, para recoger a migrantes hombres, adultos, sanos y procedentes de la lista italiana de países seguros para trasladarlos a los centros migratorios albaneses de Shengjin y Gjader. Las condiciones meteorológicas están mejorando en la ruta entre Libia e Italia, lo cual se está reflejando en nuevas travesías y llegadas, en los últimos días, a la isla siciliana de Lampedusa. Este lunes, el buque Libra llegó de hecho a Lampedusa para embarcar a los primeros migrantes y se prevé que en las próximas horas suba a bordo a otros más antes de tomar rumbo hacia las costas de Albania.

En el primer traslado de mediados de octubre, el buque Libra de la Marina Militar italiana trasladó tan sólo a 16 migrantes 10 bangladesíes y seis egipcios. Para que las deportaciones y eventuales expulsiones exprés sean eficientes, sin embargo, el número de migrantes embarcados debe ser superior. Pero atendiendo a las informaciones publicadas por los medios italianos, esa cifra oscilaría entre los 30 y los 40 migrantes por cada travesía hacia Albania; lo cual se debe a las propias características del buque Libra, ya que se trata de una embarcación militar con poco espacio para realizar traslados con muchas personas a bordo.

Uno de los aspectos más controvertidos en Italia, en las últimas horas, son los enormes costes del plan migratorio de Giorgia Meloni en Albania. Según ha confirmado en los últimos días el ministro de Interior, Matteo Piantedosi, el coste de cada travesía de la Marina Militar italiana del Mediterráneo central hasta las costas de Albania oscila en torno a los “8.000 euros al día”; aunque, según otros cálculos ofrecidos por los principales medios de comunicación y la oposición del país, esa cantidad asciende hasta los “20.000 euros por cada migrante y trayecto”, como anotaba en los últimos días el diario italiano La Repubblica.

A esto hay que sumarle otra polémica económica, la de los costes de permanencia del personal italiano fuerzas del orden, militares, funcionarios públicos ahora mismo desplegados en Albania. El Gobierno transalpino de Giorgia Meloni gastará unos nueve millones de euros anuales, aproximadamente unos 25.000 euros al día, para un personal actualmente operativo en dos centros migratorios albaneses completamente vacíos.

La preocupación acerca de un eventual derroche de recursos públicos para un plan migratorio poco eficiente ha sido motivo de atención por parte de la oposición del país con Italia Viva (IV) centristas y el Movimiento 5 Estrellas (M5E) progresistas a la cabeza; quienes han elevado la cuestión a la Justicia transalpina, sobre la base de un posible “daño” contra la “Hacienda pública”, es decir, un perjuicio a las arcas del Estado. Por esta razón, el Tribunal de Cuentas italiano acaba de abrir una investigación.