MEDIDAS PARA AFRONTAR LA CRISIS DE LOS 'SIN PAPELES'
Senegal se ofrece a aceptar vuelos de repatriación desde Canarias
El Periodico, 27-08-2006La reanudación de los vuelos de repatriación de inmigrantes clandestinos a Senegal puede ser cuestión de días. Aunque no ha habido anuncio oficial, fuentes próximas al Ministerio de Asuntos Exteriores senegalés afirman que un primer grupo de 100 personas será devuelto a Dakar en breve plazo, probablemente a lo largo de la próxima semana. Esta decisión del Gobierno senegalés supondrá, si se confirma y tiene continuidad, un cambio en la situación de los centros de internamiento en Canarias y de los vuelos de inmigrantes imposibles de repatriar hasta la Península. A lo que no parece dispuesto Senegal es a que agentes españoles patrullen sus aguas.
Tras un primer acuerdo hispanosenegalés que preveía las repatriaciones, el pasado 31 de mayo llegó a Dakar un avión con 99 inmigrantes a bordo que denunciaron haber sido maltratados y engañados, lo que causó un duro impacto en la opinión pública senegalesa que llevó a su Gobierno a suspender la operación. Senegal exigió para reanudarla garantías de respeto de los derechos humanos, así como una ayuda económica a los deportados. En la segunda quincena de junio hubo nuevos vuelos, estos en secreto y sin incidentes, pero su continuidad quedó supeditada a las negociaciones entre los dos Gobiernos.
‘NO’ A LAS PATRULLAS MIXTAS
En cambio, pese a la firma del memorando del pasado jueves, las patrullas conjuntas siguen en el alero. Aunque el ministro del Interior, Ousmane Ngom, hablara el jueves de un “Estado Mayor mixto”, fuentes próximas a su Ministerio afirmaron ayer que Senegal no va a aceptar la presencia de agentes españoles patrullando sus aguas. Según dichas fuentes, en el protocolo de actuación que aún debe negociarse solo tendrá cabida la cesión del material – – dos patrulleras, un helicóptero, 50 motos de agua y 20 vehículos – – y la asistencia técnica y formación durante dos o tres semanas. Las autoridades senegalesas consideran que disponen de personal capacitado para manejar dicho material y que se trata de un problema de “salvaguarda de la soberanía nacional”.
A la espera de la llegada del material, las fuerzas de seguridad senegalesas acosan con sus propios medios a los inmigrantes clandestinos. Si bien la precaria vigilancia costera obtiene resultados modestos, en tierra los servicios de información están siendo bastante más eficaces. Tras una primera operación en mayo con 1.500 detenciones, el goteo de arrestos posterior ha elevado la cifra a más de 3.000. A los pasajeros se les suelen imponer penas menores que no suponen su ingreso en la cárcel, pero los organizadores sí son condenados a prisión firme por un periodo que a menudo supera los dos años.
Así las cosas, la gran mayoría de los cayucos con destino a Canarias ya no zarpan ni de Saint Louis (norte) ni de Dakar. La presión policial ha desplazado nuevamente la salida de embarcaciones más al sur, a la región de Casamance, fronteriza con Guinea Bissau, donde guineanos y caboverdianos se suman al pasaje. La geografía de la zona, trufada de lagunas y pequeñas islas, dificulta la acción de las autoridades. Además, el conflicto independentista que vive la región mantiene ocupadas a las fuerzas de seguridad. “Eso no es un problema. Para ir a las Canarias deben bordear necesariamente la costa próxima a Dakar, y ahí les vamos pillando”, afirma con optimismo el jefe de comunicación de la Gendarmería, Dauda Diop.
DRAMA INTERMINABLE En los últimos días han sido interceptados dos cayucos, uno cerca de Dakar (con 25 personas a bordo) y el otro algo más al sur, en M’Bour (con 48). Ambos venían de Zinguichor, hoy por hoy uno de los principales puntos de salida en Casamance, junto con las islas de Elinkin y Carones y las playas del turístico cabo de Skiring.
En cualquier caso, la nueva ruta alcanza los 2.000 kilómetros de travesía y añade al menos dos días de navegación (hasta una media de 10, sin mayores contratiempos) a la más utilizada en los meses anteriores, que partía de los alrededores de Dakar. Cada vez se agregan más riesgos en un drama sin fin. “Hace un mes encontramos 12 cadáveres devueltos por el mar, a 70 kilómetros al norte de Dakar. Nunca sabremos cuántas vidas está costando esto”, admite Diop. ¿El aumento de la vigilancia servirá de algo? “Esperémoslo”, concluye.
Mientras, la falta de futuro sigue empujando a los jóvenes senegaleses a desafiar a la muerte. Un estudio realizado por un equipo de sociólogos de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar calcula en 200.000 los jóvenes que están dispuestos a hacerse a la mar en los próximos meses. Según el mismo sondeo, tres de cada cinco senegaleses de entre 15 y 35 años quieren marcharse de un país con una tasa oficial de paro del 48% y donde se calcula que el 85% de los jóvenes no tienen un empleo estable.
(Puede haber caducado)