Dos detenidos por explotar a inmigrantes con jornadas de 14 horas y sin contrato

Se aprovechaban de trabajadores sin papeles para trabajar en un régimen de semi esclavitud

La Vanguardia, , 04-11-2024

Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos hombres, de origen italiano, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores y delito contra el derecho de los trabajadores extranjeros, por supuesta explotación laboral, en un local de restauración, en la zona de El Arenal de Palma.

En una nota de prensa, la Policía Nacional ha informado que agentes de la Ucrif 1 de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras han concluido una investigación en la que se ha detenido a dos hombres encargados de controlar a los trabajadores de un local de restauración en la zona de El Arenal de Palma.

Jornadas de 14 horas diarias
Los agentes, al realizar un control rutinario en diversos establecimientos de El Arenal, localizaron un restaurante en el que se ofrecía a los trabajadores unos horarios y condiciones laborales abusivas, contraviniendo el convenio colectivo de hostelería de Baleares, favoreciéndose de las circunstancias personales de los tres trabajadores extranjeros en situación irregular.

Los investigadores de la Ucrif pudieron llegar a la conclusión que la actividad presuntamente delictiva de estas personas afectaba al colectivo de trabajadores extranjeros únicamente, llegando a un régimen de cuasi esclavitud.

Los agentes, a través de las declaraciones de las víctimas, averiguaron que las mismas eran obligadas a realizar jornadas laborales de 14 horas diarias.

Sin permiso de residencia
Los trabajadores, que eran captados a través de una aplicación de mensajería a través de Internet, carecían del correspondiente permiso de residencia y trabajo para poder trabajar, no estando dados de alta en la Seguridad Social, careciendo del contrato legal, por lo que al finalizar su trabajo no percibirían ningún tipo de finiquito correspondiente al tiempo trabajado, ni vacaciones ni horas extras.

Las victimas, llevadas por sus diferentes situaciones económicas y personales (cargas familiares), y al no tener medios de subsistencia, se veían obligados a aceptar las condiciones laborales impuestas por el encargado y captador y el dueño del restaurante. Si bien, muchos al final dejaban de trabajar debido a las jornadas interminables.

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