Una patrulla de la Police Nationale apostada frente a la estación de tren y topo de Hendaia, y otra junto a la garita modular instalada en el puente fronterizo de Behobia. La misma presencia policial que la víspera, que hace una semana o hace un mes. Francia no afloja su cerco a la inmigración, pero ayer no intensificó el control en la muga como se esperaba, y los puentes Internacional y el de Santiago en Irun siguieron libres de agentes.

El 1 de noviembre era una fecha esperada para conocer en qué se plasmaba el aviso que el primer ministro francés, Michel Barnier, promulgó el día 18 de octubre, confirmando que el Gobierno galo había notificado a la Comisión Europea su decisión de prolongar «temporalmente» el control de todos los pasos fronterizos del hexágono entre el 1 de noviembre y el 30 de abril de 2025. En realidad, es algo que el ejecutivo de Macron viene haciendo semestralmente desde 2015. Solo varía la excusa: la amenaza terrorista, la cumbre del G7 en Biarritz, el control del covid, los Juegos Olímpicos… El anterior se mantuvo entre el 1 de mayo y el 31 de octubre.

En la plaza de San Juan de Irun, los voluntarios de Irungo Harrera Sarea confirmaban que «al menos hoy (ayer), Francia no ha intensificado sus controles, pero sigue devolviendo migrantes casi todos los días».