La sensación de precariedad lastra la salud mental de los jóvenes españoles

La inseguridad económica causa problemas físicos o psicológicos al 40 %, según el Observatorio Social de la Fundación ''la Caixa''

La Voz de Galicia, la voz REDACCIÓN, 31-10-2024

La salud mental de los jóvenes españoles sufre por un gran lastre: la precariedad. Emerge la precariedad como un concepto mucho más amplio que las condiciones laborales. Tiene que ver con las garantías de un nivel de vida considerado digno, con el hecho de satisfacer necesidades que consideran básicas, con no sentir inseguridad en términos de generales, con alcanzar cierto grado de independencia. Esto es lo que se desprende de un estudio del Observatorio Social de la Fundación ‘’la Caixa’’. Y eso es un problema presente en los distintos grupos poblacionales, independientemente del sexo, el origen y de las distinciones por edad.

Para la elaboración del citado informe se realizó en el 2023 una encuesta a 3.012 jóvenes de diferentes territorios de España con una edad comprendida entre los 20 y los 34 años. El 31 % de los participantes presentan un riesgo potencial de ansiedad o depresión y esa sensación de precariedad, que no es equivalente a la pobreza, sería el factor desencadenante de este tipo de trastornos.

Ajustes y ayuda a terceros

Un alto porcentaje de los encuestados, un 63 %, reconoce que ha vivido con algún tipo de inseguridad económica en los últimos dos años. El hecho de tener que realizar ajustes y de pedir ayuda a terceros para poder seguir adelante. El 40,6 % afirman sufrir al menos un problema de salud física o mental debido a la inseguridad económica a la que están sometidos. Según el informe impulsado por la Fundación ‘’la Caixa’’, los últimos años han planteado grandes desafíos para los jóvenes en el apartado financiero.

Las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, las dificultades derivadas de la guerra entre Rusia y Ucrania y el aumento de la inflación son algunos de los factores que han aumentado la exposición de las familias a la incertidumbre económica. Los encuestados en el estudio que sienten estar en una situación de precariedad extrema se han visto más afectados por el actual contexto.

La vivienda

Los costes relacionados con la vivienda, un tema que se ha convertido en uno de los asuntos determinantes en el debate político nacional, y los bajos ingresos laborales se muestran como factores clave en este estudio. Y, aunque la pandemia del coronavirus puede formar parte del pasado en muchos sentidos, todo lo que generó continúa afectando al 18,9 % de los hogares en los que viven las personas que se sienten más precarias.

Gastos inesperados

¿Quiénes son las personas jóvenes que residen en España y que tienen menos probabilidades de afrontar gastos inesperados sin ayuda? Los encuestados de origen migrante son los que reconocieron tener mayores problemas para desembolsar 700 euros de forma imprevista. Los que se muestran más confiados ante esta cuestión son los hombres mayores de treinta años.

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Las mujeres migrantes son un grupo especialmente vulnerable. Las que participaron en este análisis confiesan que han reducido el gasto en bienes básicos durante los últimos tiempos, que también han intentado rebajar el consumo de energía en sus hogares y que han espaciado sus visitas al dentista debido a la situación económica.

El colchón familiar

Aquellos que viven en pareja o que comparten casa con su familia están menos expuestos y afrontan menos dificultades para llegar a fin de mes o asumir el pago de facturas. El estudio concluye que es necesario desarrollar políticas dirigidas específicamente a los jóvenes para que les permitan emanciparse de sus familias sin entrar en una situación de precariedad.

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