Hombre del presidente Macron, 39 años, mediático, Benjamin Haddad, ministro delegado de Asuntos Europeos de Francia ha hablado con La Vanguardi en Barcelona – ciudad que ya conocía como turista– donde ha asistido al noveno foro de la Unión por el Mediterráneo.

¿Cuál es la posición de Francia sobre la posibilidad de externalizar las solicitudes de asilo a terceros países?

Ya está claro que los ciudadanos europeos exigen un mejor control de la inmigración. Y ante este reto europeo, necesitamos una respuesta europea. No descartamos ninguna posibilidad. La prioridad ahora debe ser la rápida aplicación del Pacto de Migración y Asilo, un gran avance acordado con los países europeos en los últimos meses y que, en particular, permite una mejor selección de los solicitantes de asilo en la frontera, la revisión de la Directiva de Retorno, que permitirá expulsar más eficazmente a los inmigrantes ilegales, y, por último, una asociación más robusta con los países de tránsito de los que salen las personas. Necesitamos una asociación económica y administrativa más ambiciosa con los países de la orilla sur del Mediterráneo para poder controlar el flujo de inmigrantes. Esta debe ser una prioridad para ambas partes.

¿Le preocupa a Francia el posible retorno de Estados Unidos al unilateralismo?

El unilateralismo y el proteccionismo no benefician a nadie. Hay que decir que en los últimos años ha habido una tendencia al proteccionismo, ya sea por parte de los republicanos o de los demócratas. Lo hemos visto en los últimos años con una serie de aranceles. La mejor manera de responder a esto es, ante todo, permanecer unidos y cohesionados como europeos y ser capaces de defender nuestros intereses juntos. Y cuando sea necesario, incluso ser capaces de responder. Lo hicimos recientemente con los vehículos eléctricos chinos, imponiendo aranceles en respuesta a las prácticas comerciales desleales por parte de China. Los estadounidenses son nuestros aliados -digo esto con el telón de fondo de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania–. Tenemos muchos intereses de seguridad en común pero los europeos también tenemos que ser capaces de salvaguardar nuestros intereses, tanto de seguridad como comerciales, de forma independiente.

La desinformación rusa
Francia lleva años siendo objeto de estos ataques. Tenemos que dejar de ser ingenuos”
Dada la fragilidad política de Francia, ¿está en condiciones de relanzar la Unión Europea?

Desde hace siete años, el Presidente de la República y yo mismo lanzamos un mensaje sobre la soberanía europea, es decir, frente al desafío geopolítico, una Europa capaz de asumir su poder, de defender sus fronteras y sus intereses en materia de comercio y de seguridad. Y veo que muchas de estas prioridades se reflejan hoy en la agenda de la Comisión Europea: la soberanía tecnológica e industrial, la defensa, la cuestión nuclear. Pero no podemos hacerlo solos. Uno de los principales retos será impulsar la competitividad de la Unión Europea. El informe Draghi destacaba el riesgo de declive industrial de Europa en comparación con nuestros socios y competidores, como Estados Unidos y China. En los últimos 30 años, Estados Unidos ha producido el doble del PIB de Europa. Así pues, invertir en innovación, unificar los mercados de capitales, eliminar las barreras reglamentarias y movilizar el ahorro público y privado, debe ser una prioridad.

¿Va la UE a aceptar los resultados de las elecciones en Georgia, bajo sospecha de fraude?

Georgia es un país candidato a la Unión Europea. La Unión Europea es una unión de valores, y eso conlleva responsabilidades especiales, como la preservación del Estado de Derecho y el respeto de unas elecciones libres y justas. El informe del Parlamento Europeo habla de un paso atrás para la democracia, no podemos tolerar este tipo de prácticas. Si Georgia quiere seguir su camino europeo, que es lo que queremos y lo que quiere el pueblo georgiano, este tipo de prácticas no tienen cabida en Europa.

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¿Le preocupa la desinformación sistemática de Rusia contra Europa?

Llevamos años viéndolo. Lo vimos la semana pasada con la injerencia masiva en el referéndum de Moldavia, lo vimos en Georgia, pero también lo vemos en nuestras propias democracias. Francia lleva años siendo objeto de ciberataques e injerencias de Rusia, sobre todo mediante las redes sociales. Tenemos que dejar de ser ingenuos y darnos cuenta de que tenemos adversarios estratégicos que intentan atacar nuestras democracias, intentan dividirnos y alentar a teóricos de la conspiración y extremistas. Por eso hemos puesto en marcha una serie de herramientas europeas, como la DSA (Digital Service Act), para luchar contra el odio y el conspiracionismo online, y pedir una mejor moderación de las plataformas de redes sociales. Se trata de un reto democrático de primer orden.

¿Son satisfactorias las relaciones UE–América Latina?

Estamos muy a favor de profundizar las relaciones con América Latina, pero no a costa de nuestras normas medioambientales y no a costa de la desigualdad comercial cuando se trata de defender a nuestros agricultores. En este sentido, nos oponemos al acuerdo que se negocia actualmente con Mercosur. Queremos que se respeten las normas medioambientales y el comercio justo.

¿Cuál es la posición de Francia respecto a oficializar la lengua catalana en la UE?

Respetamos el hecho de que se trate de una cuestión importante para nuestros amigos españoles, y en general estamos a favor del multilingüismo. La Unión Europea es una unión de multilingüismo, por lo que examinaremos detenidamente esta cuestión cuando se someta a debate en el Consejo, señalando al mismo tiempo que plantea una serie de cuestiones jurídicas que deberán examinarse con atención y de forma minuciosa.