El Gobierno de Starmer apuesta por subir impuestos para crecer

Las primeras cuentas laboristas en catorce años contemplan el endeudamiento y la inversión para activar una economía estancada

Diario Vasco, Iñigo Gurruchaga Corresponsal. Londres, 31-10-2024

Rachel Reeves, la primera mujer que ejerce como ‘Chancellor of the Exchequer’ (cargo equivalente a ministra de Economía y Hacienda) en la historia del Reino Unido, presentó ayer un Presupuesto que contempla una subida de impuestos de cerca de 50.000 millones de euros y un gasto que obligará a mayor endeudamiento para alcanzar el objetivo del crecimiento.

Las primeras cuentas laboristas en catorce años fueron precedidas de una extraña retórica en la que tanto el primer ministro, Keir Starmer, como Reeves insistieron en que las circunstancias financieras son muy graves. Habrían frenado con su pesimismo el consumo doméstico en los pasos iniciales de su estrategia para una «regeneración del país».

Acusaron al Gobierno conservador de Rishi Sunak de ocultar un agujero de 25.000 millones a la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés), creada hace dos décadas para promover la sobriedad fiscal.

El agravio sobre la existencia o inexistencia del agujero entre las dos formaciones se saldó en un confuso empate durante una jornada marcada por la cordialidad entre Starmer y Sunak en la despedida de este último como líder del Partido Conservador. La OBR afirma en su informe que sus pronósticos de marzo habrían sido diferentes si el Tesoro le hubiese dado información sobre las dificultades financieras de diversos ministerios.

La batalla sobre el agujero marca el fin de una era conservadora que comenzó con políticas de austeridad para responder a los efectos de la crisis bancaria de 2008 y terminó con la gestión aseada de Sunak para amortiguar las consecuencias de la pandemia y del aumento de la inflación; más la herencia de su breve predecesora, Liz Truss, que causó un desastre financiero.

Malestar social
El malestar social es evidente. La victoria laborista en julio fue aplastante si se cuenta sólo el número de escaños, pero la gran sorpresa fue el 14% de votos que recibió el partido Reform UK, liderado por el promotor del Brexit Nigel Farage. Tras los resultados se han producido concentraciones y disturbios por ese segmento de población muy frustrada, que considera la inmigración como el mayor problema.

Reeves, que empleó casi dos horas en su discurso sobre su plan presupuestario, reprochó a los conservadores haber dañado la economía del país con el Brexit y no mencionó la inmigración. Este Gobierno está enfocado en aumentar la productividad de una economía estancada, similar en ese sentido a otros países del G7. Y su receta es «la inversión, la inversión, la inversión».

Con el apoyo de expertos que le advirtieron de que no obtendría su objetivo de crecimiento si mantenía las restricciones planeadas por los ‘tories’ para la inversión en infraestructuras, Reeves y los funcionarios del Tesoro han modificado el concepto de deuda, incluyendo en su cálculo los beneficios y los activos netos del Estado. Las cifras del endeudamiento asustaron temporalmente a los mercados.

Es un Gobierno con tal mayoría parlamentaria que ofrece el beneficio de la estabilidad. Quiere aprovechar esa oportunidad para construir viviendas, aumentar en términos reales los presupuestos de la Sanidad pública, descentralizar la gobernación,… El Instituto de Estudios Fiscales ha advertido que debe mostrar habilidad invirtiendo el dinero que quiere recaudar para alcanzar sus objetivos.

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