Los discursos de odio se extienden como el aceite. Lo que parecía algo de tiempos pasados, no sólo han regresado, sino que lo han hecho con fuerza, aumentando a un ritmo más que destacado: entre el 2021-2022 crecieron un 4%, entre el 2022-2023 aumentó un 21%. Y son mayoritariamente delitos de racismo y xenofobia. Odio a otras razas y al extranjero, incluidas a las etnias españolas, como los gitanos, que han aumentado un 68%.

Así lo ha indicado Beatriz Micaela Carrillo, directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación, en la comparecencia ante la comisión de Igualdad, en la que puso el énfasis no tanto en los delitos de odio como en los discursos, que son los que anteceden a los delitos. “Esos mensaje calan y preceden a los delitos”, ha indicado.

En este punto, Carrillo ha dado los datos del teléfono 021, activo desde el 22 de mayo del 2023 para la atención contra la discriminación racial o étnica, y que el año pasado recibió casi 5.700 llamadas, la mayoría referidas a incidentes racistas.

¿Y cuáles son los colectivos más afectados? Según Carrillo de los Reyes, latinos, gitanos, personas procedentes del Magreb y los del África negra. Los incidentes se producen en todas las comunidades, pero especialmente en Madrid, Andalucía, Catalunya y Canarias. Sólo el 35% de esas denuncias se resuelven.

Y todo ello, ha explicado la directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación, pese a que se denuncia poco: “sólo se denuncia el 20% de los discursos de odio”. La causa es la falta de confianza en las instituciones, así como el temor a las represalias.

Tampoco ayuda, ha explicado, los mensajes que se lanzan desde los grupos de extremaderecha, que lanzan ideas como que no son españoles lo que pertenecen a otras razas o etnias distintas y que relación inmigración con delincuencia. En este sentido, Carrilo ha pedido que se limite estos discursos en el Congreso, reformando el reglamento de la cámara. La libertad de expresión no está por encima de los derechos humanos, ha indicado.

El informe del Ministerio del Interior señala que las Fuerzas de Seguridad del Estado esclarecieron en 2023 el 68,1 por ciento de los hechos, cinco puntos más que en 2002, y detuvieron o investigaron a 1.161 personas, un 38,5 por ciento más que el año anterior.

Los principales afectados por este tipo de delitos son personas del sexo masculino (59,2 %), mientras que el grupo de edad más afectado es el comprendido entre los 26 y los 40 años (33 %). Los menores de edad constituyen el 14,8 del total de victimizaciones.

En cuanto a la distribución de las víctimas según su nacionalidad, el primer lugar lo ocupan las españolas, con el 62,1 por ciento del total de victimizaciones registradas. Dentro del conjunto de las víctimas de nacionalidad extranjera, las procedentes de Marruecos registran el número más elevado (8,3 %), por delante de Colombia (4,8 %).

El número de detenidos/investigados por delitos e incidentes de odio asciende a 1.161 personas, en su mayoría de sexo masculino (78 %) y de edad comprendida entre 26 y 40 años, que representan el 25,4 por ciento del total.