Tribunas

Una comunidad de la integración

Diario de Noticias, Joseba Eceolaza, 30-10-2024

Si algo está atravesando el debate político nacional en los últimos meses, es la inmigración y sus procesos de integración. Por eso conviene que desde la izquierda tengamos una narrativa lo más clara y contrastable posible sobre el asunto.

Dado que la inmigración 0 es imposible, y poco deseable además, el debate no es inmigración sí o inmigración no. El debate es si optamos por la interacción positiva o por la fragmentación social.

En Navarra existe una comunidad de la integración constituida por docenas de profesionales que tratan de generar oportunidades dentro de la escuela, en el mercado laboral y en diversos ámbitos.

La apuesta por la integración parte de una convicción moral, pero también nace de la creencia de que es más eficaz que otras alternativas. En ese proceso operan diferentes factores, entre ellos, el ambiente social existente en la sociedad de acogida. El rechazo absoluto a la inmigración, relacionar esta con la delincuencia o considerar que la pluralidad cultural nos empobrece como sociedad, influye en el éxito o no de la integración normalizada.

En Navarra frente a la idea negativa y alarmista de la inmigración hay muchas personas, departamentos del Gobierno de Navarra, centros educativos, sindicatos y organizaciones sociales implicadas en que la integración salga bien. A su vez, hay docenas de inmigrantes en situación de irregularidad administrativa que pese a las dificultades se están formando para lograr una buena integración laboral. De los rincones oscuros donde, a veces, duermen, van a las aulas a estudiar. Hay 650 inmigrantes en situación de irregularidad administrativa que ya están integrados en los itinerarios formativos del Departamento de Educación y del Departamento de Derechos Sociales.

Por eso hay que tener en cuenta que es creciente la actitud de la sociedad de acogida en el éxito de la integración, remover obstáculos es también deconstruir prejuicios y estereotipos. No habrá futuro al margen de una visión más positiva de la inmigración.

Por ello las campañas anti rumores que desarrollan diversas asociaciones o la actitud proactiva de algunas instituciones públicas ayudan a centrar las reflexiones en torno a este tema. También es fundamental la forma en la que los medios de comunicación abordan el fenómeno de la inmigración. En ocasiones existen medios que propagan la idea de la psicosis migratoria o del (supuesto) riesgo que ello supone para la sociedad española.

Los discursos de odio no solo persiguen marginar a determinados colectivos vulnerables, tratan también de extender la idea del caos, de que nada funciona, de que existe una minoría privilegiada. Las políticas de integración no solo deben ser eficaces sino que además necesitan de legitimidad social, por ello las narrativas y las sensaciones sociales son tan importantes en este tema. La mentalidad de la sociedad de acogida es el signo de las oportunidades.

Muestra de ello es que en el CIS de septiembre de 2024, la inmigración aparecía como uno de los principales problemas de las personas encuestadas, una subida que es casi el doble respecto al mes de julio: del 17% al 30%. Sin embargo cuando ese mismo CIS preguntó por los problemas que más afectan a las personas encuestadas, la inmigración baja entonces al quinto lugar y solo afecta como problema al 13,7% de las personas encuestadas.

Otro sondeo del CIS preguntó por el nivel de conflicto percibido entre diferentes grupos. El hipotético conflicto inmigrantes y nacidos en España fue el segundo que más gente calificó como “fuerte” o “muy fuerte” (66%), solo detrás del empresarios y trabajadores (67%).

Elevar al máximo el umbral de tolerancia hacia la población inmigrante, y la capacidad de integración de la sociedad de acogida hará que los instrumentos de orientación laboral sean más eficaces y estén más legitimados.

El Special Eurobarometer de 2018 realizado por la Comisión Europea revelaba que el 74% de la población española reconocía no estar bien informada sobre la inmigración, frente al 61% de la media europea. Por ello los estudios o análisis sobre la población inmigrante no solo tienen que aportar conocimiento estadístico de un movimiento demográfico, sino que también tienen que ayudar a romper estereotipos. Ello, además, hará que la respuesta ante los retos de la inmigración sea armonizada y coordinada.

Antes que en el caso español, otros países europeos como Francia, Inglaterra o Alemania han tenido que abordar estos mismos retos. Lo han hecho desde diferentes perspectivas, en diferentes épocas y con diferentes preocupaciones. De ello, sin duda, podemos aprender. Por ejemplo resulta trascendental que la interrelación entre multiculturalidad y sociedad sea algo que se entienda desde una posición positiva.

Por lo tanto resulta importante que la comunidad de la integración que existe en Navarra, constituida por instituciones públicas, agentes sociales, algunas empresas y asociaciones también incidan en la opinión pública como un medio más para lograr una integración educativa y laboral satisfactoria y poder así romper la cadena del odio que supone entender la inmigración como una amenaza.

El autor es secretario de Políticas Sociales de CCOO Navarra

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