Biden vota mientras Trump incendia la campaña
El presidente se ha mantenido en un segundo plano durante la campaña para que Harris pueda distanciarse de su gestión
Diario Vasco, , 29-10-2024El todavía presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitirá este lunes su voto anticipado para las elecciones del próximo 5 de noviembre, en las que se elegirá a su sucesor al frente de la Casa Blanca entre su número dos, Kamala Harris, y su antecesor, Donald Trump, que busca volver al poder.
Tras su renuncia a intentar un segundo mandato y ceder el paso a su vicepresidenta, Biden ha permanecido en un segundo plano durante la campaña con la intención de que Harris pueda distanciarse de su gestión. «Seguirá su propio camino», subrayó el mandatario antes de que la ya candidata demócrata prometiera que si gana los comicios su presidencia «no será una continuación» de la actual legislatura.
El 21 de julio Biden retiró su candidatura a la reelección después de semanas de presiones internas y externas como consecuencia de la débil imagen durante su cuestionada actuación en el debate frente a Donald Trump a finales de junio, que generó una polémica sobre su vejez. A la vez que presentó su renuncia dio su apoyo a Harris para que le tomara el relevo en la carrera hacia las urnas.
Biden no es el único ciudadano que adelanta su derecho al voto. 33 millones de estadounidenses ya han marcado su opción de forma anticipada, tanto por correo (17,8 millones) como en persona (15 millones) en los Estados donde ya permiten esta posibilidad. Según los datos del Laboratorio Electoral de la Universidad de Florida, los territorios donde más ciudadanos han depositado sus papeletas son Texas (3,3 millones), Florida (3,3) y California (3.2), mientras que Georgia y Carolina del Norte también superan los 2 millones.
Mitin racista
El voto de Joe Biden se produce tras el mitin de Donald Trump en Nueva York, ensombrecido por bromas racistas y los insultos a puertorriqueños, inmigrantes, negros, judíos y, cómo no, a Kamala Harris . El que debería haber sido uno de sus momentos estelares en la campaña ha quedado deslucido por la polémica generada por los oradores que hicieron de teloneros al expresidente frente a las casi 20.000 personas que llenaron el aforo del Madison Square Garden, dejando a cientos de seguidores fuera del estadio.
El momento que más repercusión ha generado fue el monólogo del cómico Tony Hinchcliffe, con su viral frase: «Realmente son tiempos salvajes, está pasando de todo. Literalmente hay una isla de basura en medio del océano ahora mismo… llamada Puerto Rico». Esta broma despertó la risa del publico pero generó pánico en el Partido Republicano. Como un resorte, el senador Rick Scott y la congresista María Elvira Salazar, ambos en campaña por la reelección por el Estado de FLorida, se apresuraron en criticar a Hinchcliffe. Y es que en Estados clave como Pensilvania, el voto puertorriqueño, con 450.000 residentes, es crucial para los republicanos. Pero también hay un millón de puertorriqueños en Nueva York y otros tantos en Florida.
Estas soflamas racistas contra la población latina y contra Puerto Rico han servido para dar impulso a los demócratas, ayudados por Bad Bunny, Jennifer López y Ricky Martin, que han compartido en sus redes sociales con millones de seguidores el vídeo de Kamala Harris sobre su plan para la isla.
Historia compartica por el cantante puertorriqueño Bad Bunny en apoyo a Kamala Harris.
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Historia compartica por el cantante puertorriqueño Bad Bunny en apoyo a Kamala Harris. Instagram de Bad Bunny.
Otras de las joyas de la noche fueron las afirmaciones sobre los latinos que llegan a Estados Unidos para tener descendencia: «Les encanta tener hijos». También recibieron ataques los negros «que están demasiado ocupados cortando sandías» y los palestinos, que «son entrenados desde que tienen dos años para matarnos». Y no podían faltar los insultos a las mujeres demócratas. La actual candidata Kamala Harris es «el diablo» y «el anticristo», mientras la derrotada Hillary Clinton «está enferma, la malparida».
El expresidente contó con algunas de las mayores estrellas de su más estrecho círculo. Elon Musk y el luchador Hulk Hogan, que lamentó las acusaciones contra Trump por fascista: «Yo no veo a ningún maldito nazi aquí». La presencia más destacada fue la de Melania Trump, que no se suele prodigar en los mitines, y que en su breve aparición centró su discurso más en su amor por Nueva York que en su marido.
Trump puso la guinda a la noche recuperando sus grandes éxitos: más aranceles y una política de inmigración restrictiva. «Somos una nación ocupada, pero el día de las elecciones será el día de la liberación. Cuando gane el 5 de noviembre, habrá deportaciones masivas», anunció.
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