Aunque nació en Iberoamérica la Red Transnacional de Mujeres Red NetWorkWoman ya es un espacio de intercambio de experiencias de trabajo en favor de la mujer a nivel internacional, una asociación comprometida con el desarrollo integral de las mujeres en su proceso de inclusión, que trata de visibilizar su liderazgo y sumar a favor de las políticas de igualdad y no discriminación creando alianzas estratégicas en diferentes países e influyendo en la agenda política. Su presidenta Rosario Zanabria Gutiérrez, polítologa, activista en Peru y en Madrid, puso en valor el aporte de las mujeres inmigrantes luchadoras y emprendedoras en el ámbito laboral y social durante las últimas décadas. Abogó por mecanismos de protección, inclusión y corresponsabilidad tanto en los países de procedencia como en los de llegada, desde la “voluntad política de gestionar las migraciones desde la estricta perspectiva de la defensa de los derechos humanos”, y propugnó la necesidad de regularizar a las miles de personas que ya están en nuestro país mediante la modificación del reglamento de la Ley de Extranjería, trámite ya en curso. “Se ha dado el absurdo de tener que viajar al país de origen para recoger el visado viviendo y trabajando aquí”, relató y añadió que las personas no regulares sufren mayor vulnerabilidad, racismo y un estigma vinculado muchas veces a intereses políticos. “La mayoría de las personas que han venido están trabajando, no están lo que se dice en estado graciable, y las mujeres que son las que ocupan los trabajos más precarios ganan menos que los hombres”, subrayó. También destacó la situación de alta vulnerabilidad en la que se encuentran las personas que se sostienen sin papeles por el apoyo de redes sociales y familiares.

La asociación, que participa en el Foro para la Integración Social de los Inmigrantes (órgano de consulta, información y asesoramiento del Estado), reconoce la trayectoria de mujeres a favor de la integración y su lucha a favor de la visibilización de las mujeres en el ámbito social y mediático. La entrega de premios se realizó en el marco de la celebración del Día de la Diversidad Cultural, que celebró el Ayuntamiento de Pamplona el pasado jueves, con el objetivo de reconocer el trabajo y la dedicación de las personas a la consecución de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

Los premios Menina llevan el nombre de la activista de los derechos Bernarda Jiménez, fallecida recientemente, y recayeron en la ministra de Mujer de la República Dominicana Mayra Jiménez; las periodistas Ana Ibarra, de DIARIO DE NOTICIAS, y Amaia Madinabeitia, de Navarra Televisión, por su compromiso con la diversidad; la actual concejala del Ayuntamiento de Pamplona y ex técnica de igualdad Zaloa Basabe por su trayectoria feminista a favor de la igualdad en el ámbito local, y a la voluntaria y activista, miembro del Punto de Información a las Migraciones, Isabel Díez Díaz.

Cabe recordar que la médico y escritora dominicana Bernarda Jiménez Clemente recibió dicho reconocimiento el año pasado a su trayectoria personal y profesional como médica, defensora de los derechos sociales y políticos de los migrantes y sus familias. El galardón reconocía además su labor social como icono de lucha por la igualdad, el feminismo y la democracia, así como la promoción de la inclusión de los ciudadanos de su país natal, República Dominicana, tal y como destacó Mayra Jiménez. Su marido Pedro Álvarez, que vino desde Madrid, fue una de las personas encargadas de participar en la entrega de premios. Álvarez recordó que en 1992 la muerte de Lucrecia Pérez marcó un antes y un después en la sociedad al tratarse del primer crimen por racismo y xenofobia penalizado en España por “el color de la piel”. Lucrecia Pérez Matos, de origen dominicano, fue brutalmente asesinada por un grupo neonazi en una discoteca abandonada a las afueras de Madrid donde vivía junto a otros dominicanos. Trabajaba como empleada doméstica. Este crimen de odio causó una enorme conmoción social que llevó a muchísima gente a salir a la calle para manifestarse contra el racismo.

Han pasado 32 años y son embargo la ministra de la Mujer en República Dominica, Mayra Jiménez, destacaba la necesidad de mirar al migrante de otra manera, “ponerse en el lugar del otro” para acabar con los prejuicios sociales y la exclusión, destacó quien también alabó la hospitalidad y capacidad de acogida de Navarra. “Hay personas que llevan 40 años en España y el origen no determina el comportamiento de las personas ni la capacidad de cada uno de defender la dignidad de las personas”, señaló la abogada y experta en igualdad y derecho laboral que se encontraba en viaje institucional. Aseguró además que la mayoría de la diáspora dominicana que ha llegado a nuestro país la han protagonizado mujeres, mujeres que trabajan duramente.

Migrar es bueno siempre que sea un deseo voluntario pero no es lo que habitualmente ocurre, resaltó. En los países en vías de desarrollo lo que mueve a las personas migrantes es la búsqueda de oportunidades para mejorar sus vidas y las de sus familias a las que muchas veces tratan de poder integrar dentro de la comunidad en la que viven. “Hombres y mujeres que hoy se sienten parte de esta comunidad como es Navarra, como es Pamplona, y que se sienten orgullosos de vivir en Pamplona y en Navarra”.

También Silvia Velasquez, presidenta del Círculo Iberoamericano de Navarra, abogó por ofrecer “una imagen positiva de la inmigración, no nos gusta que se utilice con fines políticos como chivos expiatorios” y que trabaje a favor de la convivencia, extremo éste que se hace más necesario que nunca cuando hay personas que llevan “conviviendo más de 25 años y 30 con nosotros desde que empezaron a llegar los primeros inmigrantes con sus familias”, aseveró. Destacó también el esfuerzo que ha hecho el Ayuntamiento de Pamplona para elaborar el I Plan de Diversidad Cultural y Ciudadanía Inclusiva con el horizonte puesto en 2026 y la creación del Foro de la Diversidad.

Isabel Díez Díaz, premiada por su defensa de los derechos humanos, por su parte también quiso destacar que vivir la diversidad es “convivir y cohesionar” una sociedad como la nuestra multicultural. Habló de las situaciones de abuso y explotación laboral que se están dando en sectores que los nacionales rechazan, habló de la importancia de la ética periodística, de los bulos en redes sociales y del tratamiento de determinadas informaciones que se “manipulan” muchas veces y “estigmatizan” a las personas migrantes. “Son los que nos quitan los puestos, nos invaden, delinquen y violan, es lo que circula en redes sociales”. aseveró. La que también es miembro del Consejo del Mayor de Pamplona también abogó por evitar los focos de racismo, cada vez más presentes, y recordó las dos almas que luce Europa en materia migratoria y la incongruencia de países como España, donde cobran fuerza discursos xenófobos, y Italia, que crea prisiones en Albania, países con más inmigración clandestina que ningún otro y que en 30 años serán el sostén de sus economías y de la Seguridad Social. También dejó claro frente que las personas migrantes consumen los mismos recursos que las personas que emigraron de España a otros países. Según un estudio elaborado por el Gobierno foral, entre 2013 y 2019, el aporte de la población migrantes al PIB de Navarra supuso un 7,2% más de lo que hubiera sido esperable sin migración.

Las cinco Meninas posan con sus premios en Geltoki.
Las cinco Meninas posan con sus premios en Geltoki. Jon Urriza Guillen

De la actual concejala de Iruña Zaloa Basabe destacaron su compromiso en materia de igualdad y diversidad, y su trayectoria en el ámbito de la administración local. La actual edil de EH Bildu ensalzó a su vez el trabajo que desempeñan los colectivos sociales que trabajan por la igualdad y la visibilidad de la diversidad cultural en los diferentes barrios de la ciudad.

Desde los medios de comunicación, Amaia Madinabeitia habló de los valores de “respeto, igualdad y convivencia”, y Ana Ibarra, de DIARIO DE NOTICIAS, puso en valor el trabajo a pie de calle que realizan los colectivos que apoyan y asesoran a las personas migrantes en la ciudad, y que a su vez defienden una Europa unida y solidaria que rechaza la creación de “nuevos campos de concentración”.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones Elma Saiz por su parte participó en streaming en el acto celebrado en Geltoki y tras felicitar a la asociación por el trabajo que realizan destacó la “contribución de la inmigración” en nuestro país, al aportar el 10% a a la Seguridad Social pese a representar el 1% del gasto. “Integración no es solo una cuestión de humanidad sino también de prosperidad”. Finalmente quiso vincular dos conceptos claves, “inclusión y prosperidad” para la construcción de una sociedad mejor y así se reflejará en el futuro Plan Nacional de Integración y Convivencia Intercultural que se dará a conocer en las próximas semanas.