Mar de fondo

El truco en Egia

Quien exige no generalizar ni criminalizar a un colectivo, no para de generalizar y criminalizar a otro, el de los vecinos hartísimos

Diario de noticias de Gipuzkoa, Xabier Larrañaga, 28-10-2024

El truco es viejo, se vio en Bilbao, con perdón, lo vemos en Donostia y se verá por doquier. Ante el evidente aumento de una delincuencia muy concreta, arranca una maquinaria aún más evidente. Al principio se rebate o minimiza el asunto en barras y redes. Luego se vende en telediarios y tertulias la falsa división entre unas gentes solidarias y unos sujetos racistas, por acción o por omisión, por manipulables o por cavernarios.

Una vez dispuesto el marco donde los buenos son siempre los mismos, toca rematar la caricatura de los malos. Entonces se viraliza cualquier exabrupto fruto de la desesperación para desprestigiarlos, y se amplifica la presencia de ciertos cargos públicos para manchar de partidismo un enfado plural. De esa forma se impone una maniobra de despiste mediante la cual el titular acaba siendo que alguien da de comer al pobre y alguien impide que el pobre coma, qué espanto. Como si la noticia de fondo no fuera otra. Con el agravante de que quien exige no generalizar ni criminalizar a un colectivo, no para de generalizar y criminalizar a otro, el de los vecinos hartísimos.

Por fin, cuando el conflicto estalla, se alza la crítica contra las instituciones, el capitalismo o el mundo universal, sin jamás pedir perdón por las ofensas a los insultados ni por la falta de empatía a los afectados. Tampoco se entona, claro, ni un solo mea culpa por la irresponsable expansión y sempiterna negación de un problema ya gordo. El truco demuestra así su ineficacia: empeora la seguridad, empeora la convivencia, empeora la política, y lo único que mejora es la percepción que los buenos tienen de sí mismos. Niquelao.

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