“La diversidad hace aflorar actitudes racistas de personas que ya lo eran antes”

Nora Ugarteburu atiende desde el pasado mes de febrero la oficina de la atención a la extranjería que Sos Racismo y Aholku Sarea han abierto en Mutriku

Diario de noticias de Gipuzkoa, Aitor Zabala, 28-10-2024

El pasado 22 de febrero se puso en marcha en Mutriku el servicio gratuito de asesoramiento en materia de extranjería de SOS Racismo Gipuzkoa. La oficina, ubicada en el número 18 de Konde Kalea, abre sus puertas cada 15 días (cita previa en teléfono 943245267; e-mail: sos.gipuzkoa@sosracismo.eu) y tiene como finalidad ofrecer atención y asesorar en todo lo relacionado con su regularización legal, así como en la prevención de situaciones de irregularidad que se puedan producir durante su estancia en el territorio, a personas que han llegado a la localidad costera desde otros países.

La elgetarra Nora Ugarteburu, miembro de SOS Racismo Gipuzkoa, es la responsable de atender la recién inaugurada oficina de Mutriku. El servicio forma parte de Aholku Sarea, una red de asesoramiento en materia de extranjería que se coordina desde el Gobierno Vasco y que colabora con entidades del tercer sector. Se trata de una iniciativa que ya tiene reflejo en otras localidades y en la que SOS Racismo participa de manera activa. “SOS Racismo lleva años ofreciendo este servicio en Gipuzkoa. Contamos con oficinas en Arrasate y en Zarautz, y ahora la red se ha ampliado con la que acabamos de abrir en Mutriku, para atender a personas de otros países que llegan a esta localidad y necesitan regularizar su situación”.

“Dos de los mayores problemas que tienen las personas que están en situación irregular son obtener un contrato de trabajo y el tiempo que deben pasar en el país para poder optar a los permisos de residencia y trabajo"
El hecho de ubicarse en la costa y cerca de una localidad con una pujante actividad pesquera como Ondarroa podría ser determinante en el perfil de los demandantes de información. Sin embargo, la experiencia de estos primeros meses no ha ido en ese sentido, según comentó Ugarteburu. “Tradicionalmente, ha solido venir a esta zona de la costa de Gipuzkoa y Bizkaia, y en especial a Ondarroa, gente de Senegal vinculada al mar para trabajar en los barcos, pero lo cierto es que el perfil de las personas que acuden a la oficina no difiere mucho del de las que atendemos en otros pueblos. Principalmente se trata de mujeres que trabajan en el sector doméstico”.

Un contrato de trabajo
La necesidad de información sobre los pasos a seguir para conseguir la primera regularización es el eje clave de la actividad que Nora Ugarteburu desarrolla en la oficina de Mutriku. Las trabas legales, burocráticas y temporales que deben afrontar las personas que intentan labrarse un futuro lejos de sus países de origen constituyen un verdadero quebradero de cabeza, al que se trata de dar alivio desde la oficina de SOS Racismo en forma de asesoramiento. “Dos de los mayores problemas que tienen las personas que están en situación irregular son obtener un contrato de trabajo y el tiempo que deben pasar en el país para poder optar a los permisos de residencia y trabajo. Para conseguir lo que se define como permiso de arraigo para la formación, necesitan acreditar que llevan un mínimo de dos años en España. Esta cifra se incrementa hasta los tres años para obtener un permiso que les autorice a trabajar”.

Un informe de SOS Racismo recoge 569 actos racistas, la mayor parte vinculados a conflictos, agresiones, y racismo institucional, pasando por denegaciones de acceso a prestaciones y servicios públicos
Una vez solventados estos problemas y regularizada su situación, llega el momento de dar continuidad a un proyecto de vida en el que reencontrarse con la familia que se ha dejado atrás se convierte en una prioridad. Es en este campo donde también juega un papel destacado la oficina de SOS Racismo. “La relación de confianza que se genera en el proceso para la regularización y para la obtención de los permisos de trabajo y residencia suele dar lugar a que, unos años después, esas mismas personas acudan a nuestras oficinas para recibir asesoramiento sobre los pasos a seguir para traer a sus familias y poder reagruparse”.

Inmigración y racismo
Una sensación generalizada entre la ciudadanía es que la inmigración va en aumento. Lógicamente, esta llegada de personas de otros países tiene su reflejo en un incremento de las solicitudes de regularización y, consiguientemente, de la carga de trabajo para las entidades encargadas de supervisar los trámites necesarios para obtener los pertinentes permisos. Las oficinas de SOS Racismo son un barómetro que puede ayudar a tener una idea clara de hasta qué punto ha aumentado esta demanda y, en la misma medida, saber si la Administración está siendo capaz de responder con acierto a este reto. “Debo decir que desde este servicio no se nota tanto si la llegada de personas de otros países está aumentando o no. Siempre he estado en contacto con muchos inmigrantes interesados en recurrir a SOS Racismo para obtener asesoramiento desde que estoy desarrollando esta actividad. ¿Hay mucha demanda de este servicio de asesoramiento? Sí. ¿Hay una sensación de que las oficinas de extranjería y servicios como la Policía están desbordados por el trabajo? Sí. No sabemos si es por falta de recursos, pero lo cierto es que los expedientes tardan en tramitarse. Esto nos lleva a pensar que hay mucha demanda, pero también nos indica que a la Administración le está costando dar respuesta a la situación”, manifestó Ugarteburu.

“El perfil de las personas que más acuden a la oficina en busca de asesoramiento desde su apertura es el de mujeres que trabajan en el sector doméstico”
Más de 500 actos racistas
Otro hecho vinculado a la inmigración es la respuesta en forma de racismo que encuentra en sectores de la ciudadanía. El informe de SOS Racismo sobre esta realidad en España en 2023 recoge 569 actos racistas, la mayor parte vinculados a conflictos, agresiones, y racismo institucional, pasando por denegaciones de acceso a prestaciones y servicios públicos, discriminación laboral y denegación de acceso a servicios privados.

“Los expedientes tardan en tramitarse y eso nos lleva a pensar que la demanda es alta y que a la administración le está costando responder a la situación”
Nora Ugarteburu no cree que ahora haya más racistas o racismo que antes. Para ella, esas manifestaciones son fruto de la falta de capacidad para aceptar la diversidad. “Cuanta más diversidad hay en la sociedad, más cambios se producen en ella, y esos cambios siempre generan algún tipo de reacción. No pienso que sea porque haya más racistas que antes en la actualidad. En mi opinión, lo que sale a la luz son prejuicios que esas personas ya tenían y que, ahora, los manifiestan al verse enfrentadas al hecho de tener que convivir de manera directa con personas que vienen de otros lugares y tienen otras culturas”.

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