La secretaria de Política Social y Bienestar del Partido Popular, Ana Pastor, calificó ayer de «cinismo absoluto» que el PSOE presentara una iniciativa parlamentaria dirigida a que los extracomunitarios regularizados puedan votar en las elecciones municipales del próximo año, y que el viernes, en cambio, la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, manifestase que es «altamente improbable» que lleguen a participar en esos comicios.

Para Pastor, se trató de un «anuncio publicitario» del Grupo Parlamentario Socialista, que sólo buscaba «distraer la atención» de la oleada de inmigrantes que está llegando a Canarias, según informa Europa Press.

Además, la dirigente popular consideró que el viaje de la vicepresidenta a Finlandia demuestra que sus anteriores gestiones ante la UE fueron ineficaces. Exigió al Gobierno que actúe para cambiar su «nefasta» política de inmigración y pidió al Ejecutivo que envíe un mensaje claro de que «España no es un coladero».

También ayer, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, acusó a De la Vega de arrojar un «jarro de agua fría» a la propuesta que firmaron PSOE e IU por «rebajar» la posibilidad de que los inmigrantes no comunitarios voten en las elecciones municipales de 2007. A su juicio, sería «muy bueno» que pudiesen hacerlo.

Llamazares respondió que pedirá, en el marco de las reuniones que el Gobierno mantendrá con los portavoces parlamentarios para tratar la inmigración, «la equiparación en derechos y deberes» de extracomunitarios y españoles.

En cambio, el presidente de CiU, Artur Mas, se mostró satisfecho por la «marcha atrás» del Gobierno sobre el voto de los inmigrantes no comunitarios en las próximas elecciones municipales porque, según dijo, este tema «no se puede tratar ni con la precipitación ni frivolidad con que se está tratando».