Lamine Yamal es la nueva víctima del racismo en el fútbol español. Anoche, durante la victoria del F.C. Barcelona ante el Real Madrid (0-4), tuvo que oír gritos de odio con expresiones aludiendo a su color de piel. Todo se desencadenó con su gol, el tercero del equipo visitante y que sirvió para finiquitar las opciones de remontada de los locales.

Al celebrar el gol, el futbolista catalán de ascendencia marroquí señaló el suelo y el escudo de su equipo y entonces comenzaron a escucharse gritos de «puto negro» y «puto moro» desde esa esquina de la grada, la más próximo al córner. La polémica ha corrido como la pólvora por las redes sociales y el propio Real Madrid ya ha reaccionado para anunciar una investigación con el «fin de localizar e identificar a los autores de estos lamentables y deleznables insultos, para poder adoptar las medidas disciplinarias y judiciales pertinentes».

La nota continúa con un rechazo rotundo a los hechos sufridos por Lamine Yamal: «El Real Madrid condena de manera rotunda cualquier tipo de comportamiento que implique racismo, xenofobia o violencia en el fútbol y en el deporte, y lamenta profundamente los insultos que unos pocos aficionados profirieron anoche en uno de los córners del estadio».

Poco después se pronunciaba la propia patronal del fútbol profesional. Así, LaLiga califica las «intolerables conductas racistas» producidas y adelanta que denunciará «de forma inmediata los insultos y gestos racistas recibidos por los jugadores del Barcelona ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la Policía Nacional, informando de ello al Fiscal de Sala Coordinador de la Unidad de Delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía General del Estado».

«LALIGA condena enérgicamente estos hechos sucedidos en la Santiago Bernabéu y continúa firme en su compromiso de erradicar cualquier tipo de conducta racista y odio dentro y fuera de los estadios. En el deporte no hay lugar para esta lacra», finaliza su comunicado.

La celebración del jugador, que también señaló su nombre y su dorsal, fue interrumpida por su compañero Rafinha, quien alejó a Yamal de la zona para evitar males mayores. Mientras tanto los gritos arreciaban y por lo que se puede escuchar en los abundantes vídeos que corren por las redes sociales se pronunciaron alusiones malsonantes hacia su madre y calificaciones como «mena de mierda».