Donostia refuerza las medidas ante la crisis de inseguridad en Egia y la deriva en la convivencia
El Ayuntamiento defiende que el veto a las cenas solidarias se debe al «aumento de delincuencia» tras 600 actuaciones policiales en seis meses
Diario Vasco, , 28-10-2024La escalada de delincuencia en el barrio donostiarra de Egia, con 600 actuaciones policiales en solo seis meses, y el conato de enfrentamiento vecinal registrado el pasado lunes han llevado al Ayuntamiento a vetar en ese lugar las cenas solidarias que la asociación Kaleko Afari Solidarioak ha venido dando a personas sin techo desde hace cuatro años. Sí se mantienen las cenas en los otros dos puntos de la capital guipuzcoana –anoche mismo hubo en la plaza de la Constitución y también se sirven a ‘sin techo’ en los alrededores de Anoeta–, pero el Ayuntamiento ha decidido actuar en Egia, a la vista del aumento de los delitos registrados. «La razón exclusiva y única es por la problemática de seguridad que se está dando en ese entorno», subrayó ayer el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de San Sebastián, Martín Ibabe, para justificar la suspensión de esta actividad.
El detonante de esta decisión ha sido el riesgo de que estalle un problema de convivencia entre vecinos, después de que este pasado lunes se organizara una protesta contra estas cenas, en la que estuvieron presentes los tres concejales del PPde Donostia, y se registraran momentos de tensión y gritos, por lo que tuvo que personarse la Ertzaintza. Hubo seis personas identificadas. Pero más allá de esta actuación, quedó en evidencia el riesgo real de convivencia en el barrio. Y no solo eso, el problema de la seguridad es ya la principal preocupación de los ciudadanos donostiarras, como reflejó la última encuesta presentada por el Consistorio.
Ayer, el edil donostiarra se apoyó en datos para justificar la decisión de prohibir las cenas solidarias –principalmente a personas inmigrantes que duermen en la calle– en Egia. Solo en el entorno de la torre de Atotxa, Tabakalera y la estación de tren y autobuses, los delitos se han disparado un 29% en 2022; mientras que en 2023 aumentó un 16%. En lo que va de año, la escalada continúa imparable, con 600 intervenciones policiales (casi las mismas que el pasado año) en solo la mitad de este 2024. Concretamente, hasta junio se han realizado 103 intervenciones por robos, 59 por riñas o peleas, 31 por incidentes relacionados con drogas, 88 por escándalo o gamberrismo, y 111 por incidentes en asentamientos, entre otros. Es decir, un robo cada dos días, o una pelea cada tres días… «Nada tiene que ver con el reparto de comida, sino con un incremento de la actividad delictiva que se viene reflejando desde 2022 con un incremento en los porcentajes», insistió ayer Ibabe.
Los problemas de inseguridad en Egia no son nuevos. Ya en noviembre de 2021, los propios comerciantes y vecinos comenzaron a movilizarse con protestas en forma de caceroladas para protestar contra la violencia que atribuían a grupos de jóvenes magrebíes que perturbaban la convivencia diaria del barrio con robos, agresiones o atracos a tiendas de la zona que aún continúan a día de hoy amedrentando a los egiatarras.
Sin ir más lejos, el concejal de Seguridad detalló que la Guardia Municipal llevó a cabo una actuación la semana pasada «que no tiene nada que ver con personas que tienen necesidad de comer», en la que «tuvimos una serie de decomisos de navajas, objetos punzantes, tijeras, machetes, drogas, pastillas…».
«En este proceso no existe microcirugía», reconoció Ibabe, consciente de que esta decisión puede perjudicar a personas que realmente tienen la necesidad de recibir esa cena solidaria para poder alimentarse. «Cuando en ese entorno se produce ese tipo de acumulación de personas, es muy difícil discernir cuál es la finalidad de cada cual». Y es que, añadió, en el Ayuntamiento de San Sebastián tienen constancia de que a ese lugar «algunos acuden a cenar y otros no, otros acuden a ese llamamiento y esa concentración que hay ahí».
Presencia policial «constante»
Desde el consistorio de la capital guipuzcoana aseguran también que la situación en las inmediaciones donde KAS reparte esas cenas solidarias «nos preocupa y ocupa», lo que ha obligado a que, desde hace tres años, la presencia de la Ertzaintza y la Policía Municipal sea «constante». En ese sentido, Ibabe detalló que se van a reforzar las medidas policiales en el entorno de Egia con turnos y «patrullas constantes» en lugares como Tabakalera, la estación de autobuses o el paseo Duque de Mandas, donde antes se levantaba el campo de Atotxa. «La supervisión siempre ha estado, pero el plan de activación lleva aproximadamente tres años y se está reforzando», anunció sin tampoco querer entrar en muchos más detalles.
En ese sentido, avisó que si desde el Consistorio detectan «una situación de inseguridad» en otras zonas de la ciudad –la plaza de la Constitución y las inmediaciones del frontón Atano III en el barrio de Amara– donde se continúan repartiendo cada noche cenas a personas con pocos recursos económicos, desde el Ayuntamiento se decidirá «en qué momento hay que actuar y si los estándares de seguridad que se están dando son justificables, soportables o no».
PP y PNV se enzarzan en descalificaciones por la seguridad
El debate sobre la seguridad llegó ayer al Pleno que se celebró en el Ayuntamiento de Donostia. Lo hizo a través de dos mociones que presentó el PP, y que fueron rechazadas, sobre la seguridad en los aparcamientos públicos y la estación de autobuses. Borja Corominas, portavoz del PP, achacó al equipo de gobierno una «dejación de funciones en este tema. Todo por un cálculo electoralista y una cobardía política. Que es lo que son, unos cobardes». «El cobarde es usted», le replicó Martin Ibabe, concejal de Seguridad (PNV). «Es un frívolo, además de un faltón, cada vez que viene al Pleno con temas de calado social».
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