En sus inicios, en Al Fitrah llegaron peticiones para dar clases de árabe, pero su objetivo «es fomentar la paz y la interculturalidad». Cuenta con tres aulas, para grupos pequeños de 7 a 10 personas. Junto a ello, disponen de una sala multiusos para 30 personas. «No es una mezquita y surge porque queremos llevar a cabo una convivencia sana y resolver los problemas de convivencia que puedan surgir. Puede ser el punto de interlocución idóneo con las administraciones o con el técnico de Inmigración del Ayuntamiento». Otra de las tareas que piensan poner en marcha son talleres para formación de padres madres y jóvenes con el fin de orientar y fomentar los estudios. También les preocupan algunos conflictos surgidos en nuestro territorio, en los últimos días. «Hay gente muy mal informada y solo atiende bulos y se hace una idea sobre el colectivo que no es real. Generalizar no es el buen camino. Hay gente que se dedica a desinformar, pero son personas cultas diciendo que se les da ayudas a los menas para que después vengan a robar. Y, al final, de todo ello, se aprovecha la ultraderecha porque es muy fácil culpar a un colectivo de todo», finaliza Aziz.