Xabier Aierdi | Sociólogo

«La medida de prohibir las cenas solidarias en San Sebastián es desproporcionada»

«Estamos en fase de calentamiento del partido y cuando haces eso, la gente se pega en la grada», afirma

Diario Vasco, Javier Guillenea Javier Guillenea, 28-10-2024

El sociólogo y presidente de la fundación Begirune, Xabier Aierdi, sostiene que iniciativa como la suspensión de las cenas solidarias en Egia le ha «defraudado muchísimo».

– ¿Qué opina del veto a las cenas solidarias en Egia?

– Tienen que evitarse todas las lógicas de alarmismo por lo menos desde las instituciones. Lo que no es normal es que ante problemas que no están en la agenda, que son irrelevantes y que vienen solucionándose desde hace mucho tiempo, por puro alarmismo se adopten en un momento determinado medidas tan desproporcionadas.

– A las cenas suspendidas se las ha vinculado con la delincuencia.

– Sí, pero la delincuencia tendrá su tamaño, tendrá su medida, su volumen, ¿no? No puedes negar el hecho de una delincuencia menor y de pequeña intensidad que realmente te estropea la vida y te pone de mala leche cuando te roban el móvil. Eso está ahí y ante eso habrá que dar una solución que podrá ser más fácil o más difícil. Muchas veces dar respuesta a este tipo de delincuencia no es fácil, pero estamos hablando de inmigración, de gente que acaba de llegar y que no tiene nada. Hay que deslindar, delimitar, no todo entra en el mismo saco. Medidas como la de Donostia son nefastas porque además el problema es que se toman siempre porque tú piensas que el adversario te está comiendo un pequeño terreno.

Desproporción
«Lo que no es normal es que ante problemas irrelevantes se adopten por alarmismo medidas tan desproporcionadas»
– ¿Los partidos se ven arrastrados por los discursos xenófobos?

– Cuando te surge un partido racista, muchas veces se piensa que le vas a quitar votos en el ámbito de ese racismo. La peor medida o lógica de medidas que se adoptan en políticas de inmigración es aquella que se basa en lo que José María Ridao llamaba la zona gris, que se va extendiendo y de pronto adoptas una serie de iniciativas para no quedar mal, para pensar que con eso combates algo y no te ganan terreno. Esta medida en Donostia me ha defraudado muchísimo. Tú calientas el partido, lo calientas y lo calientas, y cuando lo haces la gente se pega en las gradas. Ahora mismo estamos en fase de calentamiento del partido, estamos generando zonas de impunidad, de que si nos juntamos es mejor porque así les pegamos una paliza. Esa no es forma de actuar en política.

– Pero el dato es que los delitos han aumentado en Egia.

– Otro dato es que de aquí a 2050 vamos a necesitar a 500.000 migrantes. Hay que analizar esto sin centrarnos exclusivamente en las 200 o 300 personas que te están pegando un palo, que no necesariamente es la gente que va a cenar esa noche en las que te pegan el palo. ¿Vamos a negarnos a que entren esas 500.000 personas?

Triunfo
«Cuando desmontas un dispositivo existente como el de Egia al final gana la lógica xenófoba»
– ¿Y cómo se le explica eso a los vecinos de los barrios donde ha aumentado la delincuencia?

– Muy mal. Yo no le puedo explicar eso a esa gente por la sencilla razón de que a mí también me han levantado el teléfono y en ese momento yo también cogería un mazo y le pegaría en la cabeza a quien me lo ha hecho, pero eso es una cosa y otra pasar a calentar partidos, a destrozar estructuras que funcionan. Si tú tienes un comedor social que da todas las noches una cena caliente, ¿dónde está el problema? ¿Por qué tienes que vincularlo con la delincuencia? Pegar palos, los pegan en todo el centro de la ciudad y eso es un hecho que está ahí,

– ¿Qué se puede hacer?

– Si tenemos en Donostia un número de delincuentes que están generando mucho malestar en una serie de barrios o en un barrio, articúlense medidas policiales o de otro tipo. De lo que se trata es de no dar rienda suelta, porque eso es muy fácil. El problema luego es tener que recoger la cuerda otra vez. Esta delincuencia va a seguir existiendo, o articulas medidas de otro tipo o igual no hay medidas que articular y dígalo, pero usted no indisponga a toda una población. Lo que no vale es decir que estamos hablando sólo de unos delincuentes cuando acabas de desmontar un dispositivo existente. Es que al final gana la lógica xenófoba, una lógica que va en contra de nuestros intereses como sociedad.

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