El Gobierno ha renunciado a utilizar las instalaciones del aeropuerto de Ciudad Real para albergar un centro de primera acogida de inmigrantes, una opción que estaba sobre la mesa desde hace semanas y que había provocado el rechazo de buena parte de las instituciones de la comunidad y en particular del presidente autonómico, el socialista Emiliano García-Page.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones aseguró ayer en una nota que después de semanas de prospección, “por motivos técnicos”, ha renunciado a instalar este equipamiento. “A pesar del incremento de las llegadas con respecto al último año, la situación actual y la proyección para el último trimestre nos hacen trabajar dirigiendo recursos hacia otras alternativas”, aseguró el ministerio que dirige Elma Saiz en un comunicado recogido por la agencia Efe.

El aeródromo, inaugurado en 2008, lleva años sin que ninguna compañía opere en sus pistas
El aeropuerto de Ciudad Real, ubicado en Puertollano, es un equipamiento privado de gran capacidad –puede acoger hasta dos millones de pasajeros al año– que actualmente está prácticamente inactivo. Cuando se inauguró en el 2008 –justo en el momento en el que estalló la gran crisis económica– algunas compañías comerciales, entre ellas Vueling y Air Nostrum, mantuvieron conexiones con este aeropuerto pero poco a poco fueron abandonándolo ante la falta de demanda. Desde entonces la instalación ha ido languideciendo. Sus pistas se han utilizado como apartadero de aeronaves y sus instalaciones para rodar películas como Torrente 5.

La instalación de este centro de acogida significaba una inyección de recursos para la empresa, Ciudad Real Internacional Airport, que acumula considerables deudas.

Los ayuntamientos de la zona, la propia comunidad e incluso las organizaciones patronales de la comunidad han rechazado colaborar con esta iniciativa del Gobierno a la que finalmente han acabado renunciando.