¿Por qué ha decidido el Ayuntamiento de Donostia suspender las cenas solidarias de Egia?

La Guardia Municipal ha desarrollado en el primer semestre en la zona baja del barrio tantas intervenciones como en todo 2023 en el conjunto de Egia

Diario de noticias de Gipuzkoa, Jurdan Arretxe, 25-10-2024

El Ayuntamiento de Donostia ha decidido suspender las cenas solidarias que ofrece el colectivo ciudadano Kaleko Afari Solidarioak (KAS) en Egia ante el “problema de convivencia” creciente en los últimos meses y que “está generando mucha inquietud, nerviosismo y miedo entre el vecindario, al darse situaciones conflictivas que no se han registrado en esa medida e intensidad en otras zonas de la ciudad”.

El Consistorio comunicó a KAS la decisión el miércoles por la tarde, cuando ofreció sus últimas cenas en Egia. El colectivo ha anunciado una rueda de prensa para este jueves a las 18:00 horas en respuesta a la prohibición, que se basa en situaciones de inseguridad y problemas de convivencia que tipifica la Ley de Seguridad Ciudadana. El Ayuntamiento afirma que la desobediencia de esta prohibición acarrearía la consiguiente sanción a los responsables.

La situación de la zona baja de Egia
Este jueves el concejal Martin Ibabe ha explicado que al albur de estas cenas solidarias, hay personas que se acercan hasta Egia incluso desde otras localidades para aprovecharse de este contexto y llevar a cabo acciones delictivas. Sin ir más lejos, ha señalado Ibabe, la semana pasada la Guardia Municipal llevó a cabo una operación con “decomisos de navajas, objetos punzantes, tijeras, machetes, drogas, pastillas… Una actuación que no tiene nada que ver con personas que tienen la necesidad de comer”.

El Consistorio tiene claro que la iniciativa solidaria ni sus impulsores tienen culpa en lo sucedido, más allá de, llegado el caso, poder pedir que se cumplan requisitos exigibles a cualquier grupo que organiza actividades en la vía pública. Más aún, asume que hay otros puntos de la ciudad donde se ofrecen estas ayudas y donde “no se registran las situaciones que se dan en Egia”.

El Ayuntamiento ha trabajado en un informe en el que hace diagnóstico de lo que sucede en materia de seguridad en la zona baja de Egia, recuerda el funcionamiento del sistema de protección social para quien lo necesita y repasa las medidas ya tomadas en el último año, sin cerrar la puerta a medidas adicionales como la última de suspender las cenas solidarias en Teresa de Calcuta, que se ha precipitado tras la tensión vivida el lunes.

“Problemas de convivencia”
Tras un análisis de la situación, en el que el Ayuntamiento ha involucrado al vecindario, a asociaciones, a comerciantes y a hosteleros, el Consistorio concluye que estos “problemas de convivencia están estrechamente vinculados con la dinámica ciudadana de dar comidas y cenas en el entorno de la plaza Blas de Otero”.

El propio concejal delegado en materia de Seguridad Ciudadana, Martin Ibabe, ha advertido este miércoles de que hay “un colectivo de personas que va a cenar por necesidad. En ese entorno se junta una serie de personas que genera una serie de situaciones ante las que nosotros, sin ir más lejos, la semana pasada, hicimos una actuación que no tiene nada que ver con personas que tienen la necesidad de comer: Hubo decomisos de navajas, objetos punzantes, tijeras, machetes, drogas, pastillas… Eso no creo que tenga con la necesidad de cenar, sino que tiene que ver con la actividad delictiva. Hemos intervenido ahí por una situación de inseguridad”.

La investigación realizada por el Consistorio concluye que hay personas que se aprovechan de estas cenas en esta zona de Egia, “espacio especialmente sensible porque en él se ubican diferentes edificios y servicios que atraen a estos jóvenes y facilitan que permanezcan en la zona”: “La dinámica del reparto de comida ejerce un poderoso efecto tractor. Hemos comprobado que buena parte de las personas que acuden a recibir su ración diaria lo hacen provenientes de otros municipios”.

“Donostia no puede convertirse en el centro de socialización de personas conflictivas”, asegura el Ayuntamiento, que trabaja por que “ninguna zona de la ciudad, ningún barrio, sea un foco de tensión, de inseguridad”.

Los datos del último semestre
El número de episodios de inseguridad en la zona entre la plaza Teresa de Calcuta y Mundaiz ha crecido en los últimos dos años. En los informes anuales de criminalidad, en 2022 los delitos en el barrio habían crecido un 29% y un 16% el año siguiente, mientras que en los primeros seis meses de 2024, solo en la zona próxima al río entre Duque de Mandas y el Paseo de Francia, la Guardia Municipal ha realizado casi 600 intervenciones, “casi las mismas” que las realizadas en 2023 en todo el barrio de Egia.

En el área comprendida entre el Palacio de Justicia, Tabakalera, Mundaiz, Cristina Enea, Duque de Mandas, Blas de Otero y el Paseo de Francia, la Guardia Municipal ha intervenido como consecuencia de 103 robos, 59 riñas o peleas, 31 incidentes relacionados con las drogas, en 88 episodios de gamberrismo o escándalo y 111 incidentes de asentamientos, entre otros.

Mayor presencia policial, Tabakalera, estación de autobuses…
Además de las continuas reuniones con el vecindario, comerciantes y hosteleros, el Ayuntamiento ha incrementado la presencia de la Guardia Municipal, algo que también ha hecho el Departamento de Seguridad con la Ertzaintza; ha mejorado la iluminación de algunas zonas, ha desalojado edificios okupados en Mundaiz, ha interpelado a Renfe para que desmontara cuanto antes las casetas de obra, ha reforzado la vigilancia y restringido el uso de los enchufes y WiFi en Tabakalera y ha reforzado la seguridad de la estación de autobuses, procediendo a desalojar a las personas que se encuentran en ella “de forma permanente sin razón aparente”.

El modelo social va “más allá de dar comidas”
Como necesidad de primer grado que es y así lo reconoce el Ayuntamiento pese a que la alimentación no esté “recogida como prestación propio sino complementario en la Ley de Servicios de Sociales de Euskadi”, Donostia ofrece cada día “de forma permanente” un total de 218 comidas que en 2025 serán 242, repartidas entre desayunos, comidas y cenas en Abegi Etxea, Gaueko Aterpea, el programa Otorduak, el proyecto Bizitegi y el centro Hestia, que en algunos casos también ofrecen servicios de estancia/alojamiento e higiene.

Pese a las peticiones de algunas asociaciones, el Consistorio defiende su apuesta social por un “modelo de atención personal, individualizado e integral, que atiende al conjunto de necesidades que tiene una persona, desde la vivienda, a la comida, la formación o la inserción laboral”.

En este sentido, el Ayuntamiento recuerda que “ofrece alternativas que van mucho más allá de las comidas”, puesto que las personas necesitan “acceder a otra serie de servicios y recursos que les permitan mejorar y terminar con su situación de calle y exclusión social”, algo que el sistema de protección social vasco atiende con medidas coordinadas entre los ayuntamientos, las diputaciones y el Gobierno Vasco, más el Gobierno central.

Ahora bien, el Ayuntamiento de Donostia recuerda que para poder acogerse a esa cartera de Servicios Sociales hay que acceder a la “red de asistencia social municipal”, entrada que otorga “una serie de derechos, pero también de obligaciones, que en muchos casos algunas personas no están dispuestas a asumir, por cuanto supone unos compromisos que no quieren aceptar”.

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