El informe que ha precipitado la intervención del Ayuntamiento en Egia: un robo cada dos días, peleas y «miedo» entre los vecinos

El consistorio asegura que «algunos de los que asisten al reparto de comida solidaria son personas conflictivas» y que en otros repartos no sucede esto. «Con esta decisión esperamos que Egia vuelva a ser un lugar seguro», defienden

Diario Vasco, A. Algaba, 25-10-2024

«Con esta decisión esperamos que Egia vuelva a ser un lugar seguro en el que la vida ciudadana se lleve a cabo sin sobresaltos ni situaciones incómodas para nadie». Así concluye el informe detallado del Ayuntamiento de San Sebastián sobre la situación generada en el barrio de Egia y que ha precipitado la decisión de suspender las cenas solidarias organizadas por Kaleko Afari Solidarioak (KAS), donde el pasado lunes se generó un «conato de enfrentamiento» con un grupo de personas que había sido convocado a través de las redes sociales con el propósito de denunciar la «inseguridad» en la ciudad y que finalizó con la intervención de la Ertzaintza y la identificación de seis personas. El informe, al que ha tenido acceso DV, revela una situación compleja en dicho barrio donostiarra, con 600 intervenciones de la Guardia Municipal solo hasta junio de 2024, según se desprende del propio informe, y que el consistorio quiere encauzar con esta primera decisión.

«Desde hace varios meses se constata que existe un problema de convivencia y seguridad en esta zona de Egia, concretamente en el entorno de Tabakalera, Blas de Otero, la plaza Teresa de Calcuta y Duque de Mandas», arranca el texto que enmarca y describe el deterioro que está sufriendo el entorno en los últimos años. El Ayuntamiento donostiarra sostiene que lleva «meses recibiendo quejas y denuncias de vecinos», y tras analizar la situación y dialogar con distintos agentes del barrio (vecinos, asociaciones de comerciantes, hosteleros…) el consistorio «ha concluido que estos problemas de convivencia están estrechamente ligados con la dinámica ciudadana de dar comidas y cenas en el entorno de Blas de Otero».

Tras analizar esa dinámica, sostienen que algunos de los participantes, «no todos», son «personas conflictivas que generan situaciones de tensión, provocando miedo entre el vecindario y los negocios de la zona». Pero, ¿cómo se traduce ese miedo? Según el consistorio, en un sostenido incremento de intervenciones de la Guardia Municipal y en un aumento de las cifras de criminalidad en Egia. Un 29% en 2022; un aumento del 16% en 2023 respecto al año anterior, y en 600 intervenciones (casi las mismas que el pasado año) en solo la mitad de este 2024.

En suma, hasta junio se han realizado 103 intervenciones por robos, 59 por riñas o peleas, 31 por incidentes relacionados con drogas, 88 por escándalo o gamberrismo, y 111 por incidentes en asentamientos, entre otros. Es decir, un robo por cada dos días, o una pelea cada tres días… Incidencias que no descienden pese a las medidas que el Ayuntamiento enumera en su informe y que ha puesto en marcha desde finales de 2021 para mejorar la situación y aportar mayor seguridad al barrio: reuniones vecinales, aumento de presencia policial, mejoras de iluminación en algunos puntos, desalojo de los edificios ocupados en Mundaiz, mejor control y vigilancia de Tabakalera, más personal de seguridad contratado en la estación de autobuses…

«Ninguna zona puede ser un foco de tensión»
El consistorio señala que también han comprobado que la dinámica del reparto de comida ejerce un «poderoso efecto tractor», ya que acerca no solo a las personas necesitadas de la propia zona, sino a otras «provenientes de otros municipios». «Donostia no puede convertirse en el centro de socialización de personas conflictivas. Ninguna zona de la ciudad, ningún barrio, puede ser un foco de tensión, de inseguridad», añaden, y defienden que en otros puntos de la ciudad donde se realizan repartos de comidas y cenas, como en la Parte Vieja o en Amara, «no se registran las situaciones que se dan en Egia». Concluyen, por tanto, «que el reparto de comida está en el origen de muchos de los problemas de convivencia detectados y denunciados».

Por ello, se ha tomado la decisión de suspender ese reparto de comida en Egia que brindaba KAS. «La desobediencia de esta prohibición acarreará la consiguiente sanción a los responsables», explican. El consistorio espera que esta medida vuelva a hacer de Egia «un lugar seguro en el que la vida ciudadana se lleva a cabo sin sobresaltos ni situaciones incómodas para nadie».

Comidas para los vulnerables
KAS ofrecía a diario algo más de un centenar de comidas en Egia. El Ayuntamiento señala que sus servicios sociales también facilitan comidas para las personas que están en la calle, llegando a ofrecer 218 comidas diarias en puntos como Abegi Etxea, Gaueko Aterpea, el programa Otorduak, el proyecto Bizitegi o el centro Hestia. El consistorio, a su vez, defiende que esas personas tienen abiertas también las puertas a la red de servicios sociales.

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