Decenas de personas han mostrado este martes su repulsa en Barakaldo por los últimos casos de explotación tanto sexual como laboral a mujeres con pocos recursos, registrados en la localidad fabril y en otros puntos del entorno en los últimos días. «Recordamos el caso de Getxo en el que dos mujeres fueron explotadas laboral y sexualmente. La violación de una mujer en Ortuella por parte de su empleador que la habia ofrecido trabajo como empleada de hogar. En Barakaldo otra mujer fue explotada sexualmente después de ser engañada tras creer que había encontrado un trabajo como limpiadora; y también en Barakaldo, se suma los registros realizados en el marco de una operación contra una red de explotación sexual de mujeres. Además, hoy mismo también hemos tenido conocimiento de otro caso de explotación laboral a varias mujeres en Portugalete», han destacado desde el colectivo Argitan, resaltando que todo ello se suma a la «larga lista de agresiones que vamos conociendo de forma recurrente, y que no podemos dejar que se normalicen».

Esta agrupación feminista, que lleva casi tres décadas trabajando en la localidad fabril, ha recordado que «no son casos aislados» y que no se trata de un problema individual, «sino colectivo y estructural», fruto, a su juicio, «de los valores y esquemas que impone el patriarcado, el capitalismo, el machismo y el racismo», y consecuencia directa «de las desigualdades sociales que imperan en nuestra sociedad, perpetuadas y sostenidas por leyes profundamente injustas, como la ley de extranjería».

Argitan ha remarcado que en todos los casos se trata de mujeres que están atravesando situaciones de vulnerabilidad, y que las condenan a ser el blanco perfecto de estas situaciones. «La violencia contra las mujeres es estructural, el riesgo de sufrir abusos, agresiones sexuales y violencias de todo tipo por las situaciones de precariedad y de indefensión es muy grande cuando no se tienen ni los más mínimos derechos ni una red de apoyo».

Derogación de la ley de extranjería
Todo ello ha sido denunciado en una concentración que tuvo lugar en la plaza Bide Onera, en la que se ha exigido «la derogación de la ley de extranjería» y la puesta en marcha de leyes «que garanticen los derechos fundamentales y el bienestar» de todas las personas, «con derechos especialmente para las mujeres, para que podamos vivir vidas dignas, libres de violencias y discriminaciones».
«Estamos aquí porque es importante poner el foco en el origen y visibilizar cuáles son las causas estructurales que abocan a miles de mujeres a sufrir violencias de todo tipo: en todos estos casos hay un factor común denominador, todas estas mujeres están atravesadas por las situaciones de vulnerabilidad, precariedad y pobreza», han añadido.