El aeropuerto de Ciudad Real asegura que no se tomado decisión alguna para utilizar sus instalaciones como Centro de Acogida de Emergencia y Derivación de migrantes adultos, proyecto al que se oponen la Junta de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Ciudad Real, la Diputación Provincial y la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha.

En un comunicado, la empresa que gestiona este aeropuerto privado que actualmente acoge escasos vuelos privados pide disculpas a las administraciones municipales y provinciales por la falta de comunicación en torno a este proyecto había un acuerdo de confidencialidad con el Gobierno de España y añade que la posibilidad de albergar a migrantes vulnerables «está todavía en su etapa inicial de análisis técnico pero todavía sin ninguna decisión firme al respecto».

Los responsables de este aeropuerto reconocen que las instalaciones se han ofrecido «para ayudar a superar la presente emergencia humanitaria, lo que es obligado por su naturaleza de servicio público, al igual que se hizo durante la pandemia». De este modo, continúa este comunicado, se pretende atender y aliviar esta emergencia mediante cortas estancias temporales de acogida en ubicaciones potenciales como el aeropuerto para, posteriormente, ser reubicados a localizaciones más adecuadas en cada caso.

Hasta ahora, representantes del Gobierno de España han realizado una visita técnica a este aeropuerto recopilando información, planos y documentación sobre las superficies ya construidas y, en la actualidad, se está evaluando su ubicación y servicios como limpieza, seguridad, mantenimiento o climatización. En este sentido, se ha solicitado presupuesto a empresas castellano-manchegas para prestar estos servicios que conllevarían la creación de más de cien empleos.

No sería el Guantánamo Manchego
En el caso de que, finalmente, el Aeropuerto de Ciudad Real sea seleccionado como Centro de Acogida de Emergencia y Derivación de migrantes adultos, será el Gobierno de España el que lo comunique a las demás administraciones «ya que en un proyecto humanitario de tales características existen muchos otros actores y factores involucrados con los que el aeropuerto no tiene relación ni potestad alguna». En cualquier caso, dicen los responsables de estas instalaciones, «nunca se convertiría en un Guantánamo Manchego o en cualquier otro desacertado adjetivo alarmista o sacado de contexto que intente describir el uso de una infraestructura aeronáutica para el tratamiento de una emergencia humanitaria como la que vivimos».

En cuanto a las obras que están realizándose en el aeropuerto y serán inspeccionadas por la Junta de Castilla-La Mancha ante la sospecha de que estén relacionadas con este albergue temporal de migrantes, el Aeropuerto de Ciudad Real ha querido aclarar que forman parte de un contrato firmado hace más de un año con la empresa pública Tragsa para restaurar suelos en la antigua Mina de San Quintín.