Las elecciones anticipadas en Irlanda atrapan al Sinn Féin entre escándalos sexuales y mentiras

El primer ministro, Simon Harris, adelanta los comicios a finales de este año para aprovechar el descrédito del partido que respaldó al IRA y aspira a reunificar la isla

Diario Vasco, J. Gómez Peña, 23-10-2024

La República de Irlanda, que ahora es un lugar próspero del que ya nadie emigra y al que acuden miles de solicitantes de asilo, tenía previsto convocar elecciones generales en 2025. Tras un largo periodo de bipartidismo entre dos formaciones conservadoras, el Fianna Fáil y el Fine Gael, parecía haber llegado la hora para el asalto democrático al poder del Sinn Féin, el brazo político del ya extinto IRA (el Ejercito Republicano que durante décadas protagonizó actos de terrorismo contra lo que consideraban dominación británica). Pero el Sinn Féin se ha pegado una ráfaga de tiros en pie: varios dirigentes se han visto envueltos en casos de pedofilia, acoso sexual y censura. Además, la dirección ha tratado de ocultarlo. Ha mentido. Y, claro, el actual primer ministro, Simon Harris, del Fine Gael, lo ha aprovechado. Ha adelantado la cita electoral, que será a finales de noviembre o en diciembre. El sueño recurrente del Sinn Féin de reunificar Irlanda del Norte (forma parte de Reino Unido) y el resto de la isla parece esfumarse.

Hasta hace unos días, Mary Lou McDonald, la líder que relevó a Gerry Adams al frente del Sinn Féin, se frotaba las manos ante la proximidad de los comicios. Desde febrero de este año, su partido manda en Irlanda del Norte. Por fin tocaba el poder en la isla. Ahora iban con viento de cola a por el Gobierno de la República de Irlanda. Ese plan se ha ido por el desagüe en sólo unos días por varios escándalos sexuales encubiertos por el propio partido, que envió cartas de recomendación para un jefe de prensa pedófilo, que encubrió a un senador que acosó a un menor y que censuró los mensajes contra la inmigración lanzados en las redes sociales por cargos de la formación.

La cadena de descrédito del Sinn Féin comenzó en Irlanda del Norte, donde la vicepresidenta del partido, Michelle O’Neil, es desde febrero la ministra principal del Ejecutivo autónomo. La pasada semana se conoció la verdadera causa por la que había sido despedido en 2021 Michael McMonagle, jefe de prensa de la formación. Fue condenado por incitar a realizar prácticas sexuales a dos menores. Admitió su culpa ante el juez. El Sinn Féin lo sabía desde hace tres años. Lo oculto. Incluso envió cartas de recomendación para que McMonagle consiguiera en 2022 un puesto en la organización British Heart Foundatión. «Me comprometo a que comportamientos así no vuelvan a suceder», promete ahora Mary Lou McDonald en un intento por frenar la sangría.

Mensajes de contenido sexual a un menor
Hay más vías por las que se desinfla el partido. Durante el debate en el Parlamento del pasado martes, McDonald admitió que Niall Ó Donnghaile, que fue alcalde de Bélfast y luego presidente del Senado, había sido apartado del Sinn Féin por enviar mensajes de contenido sexual a un joven afiliado de 16 años. Hasta esa intervención en la Cámara, el partido había alegado «problemas de salud» para justificar la baja del político. De hecho, en el acto de despedida ensalzaron su figura a modo de homenaje.

También fue ocultado un caso de presuntos malos tratos a cargo de Brian Stanley, uno de los legisladores del Sinn Féin. Además, la diputada del partido Patricia Ryan dimitió junto a otros diez miembros del Sinn Féin después de que la dirección vetara sus mensajes en la redes sociales en los que manifestaban su rechazo a la llegada de inmigrantes irregulares. Tras todos estos líos y ocultaciones, las encuestas dejan al Sinn Féin en un 19 por ciento de intención de voto, mientras el Fine Gael del actual primer ministro sube al 25. Por eso, el conservador Simon Harris ha anticipado las elecciones.

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