El Gobierno francés ha notificado a la Comisión Europea su decisión de restablecer «temporalmente» controles fronterizos a partir del 1 de noviembre y hasta el 30 de abril del próximo año. «En más de una ocasión hemos denunciado estos controles racistas, y lo seguiremos haciendo», señala Jon Aranguren, portavoz de Irungo Harrera Sarea, quien añade que «cada seis meses, Francia renueva» la petición de control fronterizo, por lo que la noticia «no nos ha sorprendido. Sabíamos que este noviembre les tocaba volver a hacerlo».

Desde la red de acogida irundarra aseguran que «el Estado francés solicita a la Unión Europea controlar el paso migratorio por motivos de seguridad nacional. Aunque, en realidad, se trata de un control racista que devuelve en caliente a todas las personas africanas y de origen árabe que detecta».

Alemania, Noruega, Dinamarca y Suecia también han comunicado su intención de establecer controles junto a Francia, que argumenta «las graves amenazas al orden público y la seguridad interna» que suponen «las actividades terroristas de alto nivel», así como la «creciente» presencia de redes criminales «que facilitan la migración irregular y el contrabando, y los flujos migratorios que corren el riesgo de ser infiltrados por personas radicalizadas». En concreto, menciona «los cruces irregulares en las fronteras del Canal de la Mancha y el Mar del Norte».

«Creciente violencia entre los migrantes»
El Gobierno francés se refiere también a la hora de justificar los controles a la «creciente violencia entre los migrantes», particularmente en las zonas costeras del norte como Dunkerque y Calais, «lo que lleva a situaciones tensas y peligrosas que involucran tanto a los migrantes como a las fuerzas del orden». En la notificación se recuerda que Francia tiene fronteras con Bélgica, Luxemburgo, Alemania, la Confederación Suiza, Italia y España (tierra, aire y mar). Además de a los dos pasos terrestres, la medida podría afectar al servicio náutico entre Hondarribia y Hendaia.

La última vez en la que se establecieron estos controles fue con motivo de los pasados Juegos Olímpicos de París, una medida que el Gobierno galo ya había adoptado previamente y que tuvo su máximo exponente en el cierre del puente Avenida. Hace casi un año la Prefectura de los Pirineos Atlánticos decidió reabrir este paso que, bajo el pretexto de la alerta antiterrorista, Francia había decidido mantener cerrado desde enero de 2021. Durante esos tres años, fueron numerosas las peticiones no solo de ciudadanos de ambos lados de la muga y que vieron afectada su rutina para que reabrieran el puente, sino que las instituciones, con los alcaldes de Irun y Hendaia a la cabeza, solicitaron la reapertura «porque los puentes no están para hacer de frontera, sino para unir».

El restablecimiento de controles fronterizos es una prerrogativa de los Estados miembros de la UE. La Comisión puede emitir un dictamen sobre la necesidad de la medida y su proporcionalidad, pero no puede vetar la decisión de un Estado miembro de restablecer controles fronterizos. Eso sí, la Comisión recuerda que el restablecimiento de los controles en las fronteras interiores «debe aplicarse como medida de último recurso, en situaciones excepcionales».