La vicepresidenta primera del Ejecutivo viajará el martes a Helsinki y Bruselas para advertir a la Unión Europea de que su aportación al combate de la inmigración clandestina es «claramente insuficiente». Fernández de la Vega aseguró ayer que en lo que va de año se ha realizado un esfuerzo considerable en este ámbito con la puesta en marcha de la Agencia de Control de Fronteras (Frontex); pero insistió en que es necesario un «mayor compromiso político» y «más recursos». «Se trata de un asunto común porque quien llega a España llega a al continente; por eso es necesario que todos los países se impliquen en la búsqueda de soluciones».

Balance

La número dos del Gobierno recordó que, de momento, la única respuesta «comunitarizada» al problema de la inmigración es la que proporcionan las medidas sociales. La paralización de la Constitución Europea – rechazada por dos pesos pesados como Francia y Holanda – impidió el desarrollo de una política de seguridad común que habría englobado el «control interior» y el control de las fronteras. Aún así, en la cumbre informal de líderes europeos celebrada a finales de 2005 en el palacio de Hampton Court (Reino Unido), se acordó un paquete de medidas sobre inmigración y asilo, que contenía la propuesta de una directiva sobre estándares comunes de retorno, tres comunicaciones sobre integración y un acuerdo para dotar de contenido a la Frontex.

En mayo, De la Vega se reunió con el presidente y el vicepresidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso y Franco Frattini, respectivamente, para dar un impulso a al menos quince de los veinte puntos pactados.

Entonces se decidió la puesta en marcha de un operativo coordinado por la Agencia de Fronteras para la vigilancia de las costas de Mauritania (a cargo de España); Cabo Verde (de Portugal) y Senegal (de Italia), que aportaron sendas embarcaciones. Al dispositivo, operativo desde esta semana después de tres meses de espera, se sumaron un avión italiano y otro de Finlandia, que ostenta la presidencia de turno de la UE,

Además, diez agentes italianos, franceses y alemanes desempeñan tareas de coordinación e identificación de inmigrantes en Canarias. La vicepresidenta aseguró que hay motivos para estar «contentos». Sin embargo, insistió en que Europa necesita ser mucho más eficaz y reiteró que el objetivo de Moncloa es estar en permanente contacto con las presidencias de la UE.