La diputada socialista, Celia Sarompas, aseguró ayer que si ahora la consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, se opone al traslado de los menores inmigrantes a la península, pese a que el portavoz del Gobierno abogara hace sólo unos días por la solidaridad entre regiones, es porque «las comunidades del PP se niegan rotundamente a acoger a estos menores».

Cree Sarompas que en un asunto de este calado «no se debe hacer electoralismo» y apeló a la «seriedad y la responsabilidad» del Ejecutivo de Juan José Imbroda.

El Gobierno socialista, aseguró, va a «arrimar el hombro» para encontrar la mejor solución tanto para los menores como para las comunidades a las que llegan, pero el Ejecutivo local debería hacer lo mismo empezando, dijo Sarompas, por convocar la Comisión de Bienestar Social.

Aunque la diputada socialista es consciente de que el lugar «idóneo» para un menor es junto a su familia, mientras Marruecos se oponga a aprobar las reagrupaciones familiares, y como mejor solución al «colapso» que padecen los centros de acogida, los socialistas abogan por los traslados a la Península, «¿o es que queremos ver de nuevo a los niños rebuscando en las basuras?», señaló.

En cuanto a lo dicho por María Antonia Garbín en el sentido de que los traslados podrían provocar un «efecto llamada», Sarompas aseguró que la llegada de inmigrantes «no va a parar mientras tengan la necesidad de salir de sus países».