El Partido Popular atribuyó ayer al Gobierno socialista el “caos” de la inmigración y le reprochó haber creado el mayor problema de extranjería de la Unión Europea con su política “errática y equivocada”. El secretario general del partido opositor, Ángel Acebes, reclamó al Ejecutivo mayor firmeza con los países de origen de los extranjeros y un compromiso de que no habrá más regularizaciones masivas.


Acebes abrió el curso político del PP con una reunión de trabajo en la sede central del partido y una rueda de prensa en la que repartió suspensos al Gobierno en todos los frentes. Pero fue la política de inmigración la que mereció mayores críticas a raíz de las avalanchas de subsaharianos que han llegado a las costas canarias a lo largo del mes de agosto. Para el primer partido de la oposición, la regularización masiva de extranjeros en la primavera de 2005 generó un ‘efecto llamada’ y el resultado es que desde entonces se han “multiplicado por cinco” los inmigrantes ilegales en España.


Estado de emergencia

“Tenemos un estado de emergencia por un problema humanitario. El Gobierno ha llegado tarde y mal a la crisis migratoria y el resultado es que se ha agravado el problema”, dijo el número dos del PP, quien lamentó que España haya “perdido su crédito internacional” por su “política demagógica”.


Una política que, según el dirigente popular, favorece a las mafias que trafican con los subsaharianos, que enseñan a los inmigrantes “copias plastificadas” de declaraciones de Jesús Caldera en la que el ministro “dice que en España todos van a convertirse en legales”.


La consecuencia se ha visto este verano, apuntó Acebes, con el “hacinamiento” de subsaharianos en los centros de acogida y “un abandono a su suerte, en las calles, de los inmigrantes, generando más marginación”.