Dormir y robar. Ese es el ritmo de vida que llevaban hasta hace dos días los trece miembros de la más peligrosa banda de atracadores asentada en la Región de Murcia. En una investigación conjunta bautizada como Operación muñeca, la Policía Nacional y la Guardia Civil han desmantelado en Cartagena este grupo de delincuentes magrebíes extremadamente violentos que supuestamente ha cometido 38 atracos y asaltos en apenas tres meses.

El grupo estaba formado por doce ciudadanos marroquíes y un argelino, todos con edades comprendidas entre los veinte y los treinta y cinco años. Estos tenían su base de operaciones repartida entre seis viviendas de Cartagena que fueron asaltadas por agentes de la Policía Nacional – que han llevado el peso de las investigaciones – .

Los delincuentes también se dividían en grupos de cuatro para dar sus golpes. El primero lo dieron el día 4 de junio en un negocio de la diputación cartagenera de Molinos Marfagones.

En cuatro provincias

Desde junio, la banda ha sido un vendabal que ha barrido a punta de pistola todo el Campo de Cartagena y cuyas ráfagas de violencia han llegado también en dos ocasiones hasta Huércal – Overa (Almería) y en una ocasión a Hellín (Albacete) y Crevillente (Alicante).

Los investigadores han reunido pruebas para imputar a estos delincuentes 26 atracos en gasolineras, oficinas, tres clubes de alterne y dos fincas, donde se emplearon con gran violencia, así como doce robos en viviendas. Además, intentan aclarar si son los autores de otros nueve robos más.

En la Región de Murcia, los robos los han cometido en núcleos rurales de Murcia, como Gea y Truyols, en varias zonas de Torre Pacheco, y diputaciones de Cartagena, como El Algar, Molinos Marfagones y Los Beatos.

Los detenidos declararon ayer en el juzgado de guardia de Cartagena acusados de los delitos de robos con intimidación, tenencia ilícita de armas, contra la salud pública y estancia ilegal en España. La fiscal pidió prisión preventiva para todos ellos.

Al menos cuatro de los trece detenidos estaban siendo seguidos por agentes de la comisaría de Cartagena desde diciembre del año pasado como sospechosos de otros robos.