Uno de cada tres migrantes muertos en aguas europeas trataba de llegar a España
La gran mayoría de estos fallecimientos han sido a causa de ahogamientos en el trayecto que va desde África occidental a Canarias
Diario Vasco, , 17-10-2024Cada año miles de migrantes emprenden el viaje más arriesgado de sus vidas, huyendo de la violencia, la pobreza, la guerra o los efectos del cambio climático, en busca de un futuro mejor. Sin embargo, para muchos, el trayecto se convierte en un camino sin retorno. En su intento por alcanzar la promesa de una vida digna, enfrentan peligros que a menudo terminan en tragedia, como la del 28 de septiembre. Un cayuco en el que viajaban 84 personas rumbo a Canarias, de las que solo sobrevivieron 27. Pero no son los únicos que han perdido en esta travesía, calificada como la más mortífera del mundo.
En lo que va de año más de 2.500 personas han fallecido en viajes hacia Europa según datos publicados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El 34% de ellas han intentado alcanzar las costas españolas, esto es, uno de cada tres. Una cifra que, conforme a los datos que maneja la ONG Caminando Fronteras, es aún mayor. Según esta organización, hasta mayo, la cantidad de muertos y desaparecidos se situaba en más de 5.000. El baile de cifras radica en la dificultad para conocer a ciencia cierta cuántas personas comenzaron el viaje. Por este motivo, desde las organizaciones apuntan a que los datos hacen referencia «a la cantidad mínima» y, probablemente, el número de personas que han fallecido en estos trayectos son aún mayores de lo que se tiene referencia.
Desde las vastas extensiones desérticas hasta los mares impredecibles, los migrantes fallecidos en ruta representan historias que quedaron inconclusas y de familias que buscan desesperadamente saber algo sobre ellos. Un deseo que, muchas veces, es difícil cumplir, según explican desde Caminando Fronteras. «Nos llegan peticiones de búsqueda de determinadas personas y lo publicamos en redes sociales y hablamos con los migrantes que sí han logrado llegar a España», explican desde la asociación.
Y aunque a veces las batidas tienen final feliz, otras no tanto- ya sea porque deben notificar a las familias de dichos migrantes que este perdió la vida durante el trayecto o porque no logran obtener noticias de su localización ni estado. Es cierto que la ruta hacia Canarias es la mortífera, según han calificado los expertos, sin embargo, en lo que va de año la cifra de personas que han fallecido en la travesía del mar Mediterráneo- tratando de alcanzar las costas italiana y griega- es aún mayor. De hecho, el 74% de las muertes y desapariciones han ocurrido al este y en el centro de estas aguas.
Lugares de origen
Las principales nacionalidades de los migrantes fallecidos o desaparecidos en las rutas que llevan hacia España son Argelia, Guinea, Mali, Mauritania y Marruecos, territorios desde donde salen las pateras. Pero no son las únicas. A lo largo del año, ha habido también cientos de personas que han cruzado el continente africano con el mismo objetivo. Según los registros de la Organización Internacional para las Migraciones, otras de las nacionalidades que han sido determinadas entre estas personas son la egipcia, malinesa, nigeriana, somalí, sudanesa y nigerina.
Aunque la mayor parte de los fallecimientos han sido en el mar, ya sea cerca o no de la costa de origen o de salida, no son todas. Algunas personas también han perdido la vida o han desaparecido en lugares como, por ejemplo, el desierto del Sáhara, que se ven obligados a atravesar para, así, poder llegar al lugar desde donde partirán los cayucos que, según sueñan, les llevarán a una vida mejor, o hacia el Tarajal, donde tratan de cruzar a nado hacia Ceuta. Existen, además, los casos de personas de las que se desconoce el lugar y las circunstancias de su fallecimiento. La única información que les llega de estas personas es el cuerpo, sin vida, que las mareas arrastran hasta las costas de llegada.
Principales causas de las muertes
Hombres adultos. Es el perfil de las personas que se suben a las pateras para cruzar el mar rumbo a Europa o que inician la ruta hacia un lugar mejor, huyendo de la violencia, de la corrupción, de las persecuciones de grupos terroristas o de la pobreza, entre otras razones. Como consecuencia, también es el mayor porcentaje de fallecimientos que se han producido este año. Pero no son los únicos. Centenares de menores, acompañados o no, han perdido también la vida en este tipo de trayecto.
La mayor parte de las desapariciones o muertes de migrantes que trataban de llegar a algún país europeo, en lo que va de año, han sido a causa de ahogamientos. Y aunque es la más común, hay otras razones que también han provocado el fallecimiento de cientos de personas. Las malas condiciones ambientales que sufren estas personas durante sus largos viajes han llevado a la muerte de más de 250 viajeros, convirtiéndose así en la segunda causa más común este 2024.
Los migrantes que llegan a Europa por rutas irregulares, guiados normalmente por mafias, sufren también abusos y maltratos. De hecho, la violencia ha sido el motivo por el que, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, cerca de una treintena de personas han perdido la vida. Los accidentes en vehículos terrestres, como coches o camiones, también son una de las principales razones por las que estos viajeros, que tratan de llegar a un lugar con mejor, han fracasado en su objetivo; así como los problemas de salud, puesto que se ven obligados a afrontar duras condiciones- falta de agua, temperaturas extremas al cruzar, por ejemplo, el desierto del Sáhara…-.
Las grandes catástrofes humanitarias
Uno de los últimos dramas, en lo que a muertes de migrantes se refiere, ocurrió hace apenas dos semanas. Una patera en la que viajaban más de 80 personas volcó mientras los equipos de rescate trataban de poner en un lugar seguro a los ocupantes que viajaban en la embarcación. Dicho suceso causó la muerte (confirmada) de 27 migrantes y la desaparición de casi medio centenar de cuerpos. Y aunque ya ha sido calificada como la mayor catástrofe humanitaria sucedida en la ruta atlántica en los últimos treinta años, no es la única que ha ocurrido en lo que va de 2023.
Unos meses antes, en julio, un total de 89 personas murieron y a 72 se les perdió la pista en este mismo trayecto- 161 personas en total. De todos los migrantes que viajaban en esta embarcación, los efectivos de Salvamento Marítimo solo lograron rescatar con vida a nueve de los ocupantes. Aunque se desconoce la nacionalidad de todos los que se encontraban en el cayuco, la Organización Internacional para las Migraciones constató que este naufragio se produjo a tan solo 4 kilómetros de la costa mauritana, lo que significa que la meta era alguna de las islas que componen el archipiélago canario.
En el mes de marzo, en Cabo Verde se produjo otro drama similar, aunque de menor magnitud. Aunque en la embarcación viajaban 64 personas, solo se encontró, sin vida, el cuerpo de 5 de los migrantes que trataban de llegar a España y lograron rescatar con vida a 4. El resto, 55, permanecen aún en paradero desconocido. Según datos de la OIM, este cayuco había partido desde Mauritania a mediados del mes de febrero.
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