Italia inicia el envío de migrantes deportados a Albania

Una nave militar traslada a 16 bangladesíes y egipcios rescatados en el Mediterráneo en un viaje que cuesta más de 250.00 euros

Diario Vasco, Darío Menor Roma, 17-10-2024

Los diez migrantes bangladesíes y seis egipcios que viajan a bordo de la nave ‘Libra’ de la Marina Militar italiana tras ser rescatados frente a la isla de Lampedusa, situada en el centro del Mediterráneo, van a tener el dudoso honor de ser los primeros inquilinos de los dos centros de internamiento para extranjeros que el Gobierno de Roma ha construido en Albania, adonde está previsto que lleguen este miércoles.

Como anunció el pasado sábado el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, los dos campamentos ya están plenamente operativos con cinco meses de retraso y pese a la controversia que ha rodeado su apertura. Proyectados con el objetivo de que tengan un efecto disuasorio para los migrantes que tratan de llegar a Europa cruzando el Canal de Sicilia, acogerán sólo a los migrantes varones que no estén en situación de vulnerabilidad y provengan de países considerados seguros, adonde las autoridades italianas tratarán de repatriarlos. El resto (mujeres, niños y hombres originarios de naciones en peligro) seguirán siendo desembarcados en Italia.

Las organizaciones humanitarias denuncian la posible violación de los derechos fundamentales de los desplazados que suponen estos centros, mientras que los partidos de la oposición de izquierdas critican además su precio: 800 millones de euros. A ese dinero hay que sumar lo que le cuesta a la Marina Militar llevar hasta el puerto albanés de Shengjin a los inmigrantes desde el Canal de Sicilia, donde tienen lugar los rescates. El viaje de unas 500 millas marítimas que realiza la nave ‘Libra’, con capacidad para transportar 80 marineros y 200 pasajeros, cuesta entre 250.000 y 290.000 euros, según los cálculos del diario ‘La Repubblica’. A los contribuyentes italianos, por tanto, les va a salir por unos 18.000 euros el transporte a Albania de cada uno de los 16 migrantes que el buque militar lleva a bordo.

Barracones para los inmigrantes en Albania.
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Barracones para los inmigrantes en Albania. Epa
Ajena a las críticas tanto de carácter político como humanitario, la primera ministra, Giorgia Meloni, defendió su proyecto estrella para tratar de frenar la inmigración irregular durante una comparecencia en el Senado. Lo calificó como «un camino nuevo, valiente e inédito, que respeta perfectamente el espíritu europeo y que tiene todo a favor para ser recorrido también con otras naciones de fuera de la Unión Europea».

Meloni considera que con esta iniciativa Italia da un «buen ejemplo». No es la única en pensarlo: sus declaraciones en la Cámara Alta de Roma llegaron en el mismo día en el que Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se mostraba dispuesta a «explorar la posibilidad» de que la UE cuente con centros de gestión para los migrantes y solicitantes de asilo fuera del territorio de los Veintisiete. La ‘bendición’ de Von der Leyen al ‘modelo Albania’ no podía llegar en un día más apropiado para los intereses de Meloni.

Serán repatriados
Además del centro de internamiento en el puerto albanés de Shengjin, con capacidad para 200 personas y donde se realizará la identificación y el control sanitario de los migrantes, Italia ha construido un segundo campamento en la localidad de Gjader, a unos 20 kilómetros de distancia. Ambos están situados en la zona norte del país balcánico.

El centro de Gjader tiene tres áreas. La primera instalación, considerada de acogida, cuenta con 880 plazas, de las que ahora mismo están disponibles menos de la mitad. Hay además una zona destinada a los migrantes en espera de ser repatriadas a sus naciones de origen, con capacidad para 144 personas, y un recinto penitenciario para 20 reclusos.

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